𝑯 - 𝑺𝒊𝒅𝒆

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Le di un abrazo reconfortante, luego le limpié la harina y él mismo secó sus lágrimas

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Le di un abrazo reconfortante, luego le limpié la harina y él mismo secó sus lágrimas.

Tras eso, creo que ahora sé o confirmo que Jihoon también es terco. Por eso lo callé con un "shhh". Para luego hacer que se levante del césped y camináramos en alguna dirección. Exactamente, como si no acabara de presenciar una escena dramática.

—Todo va a mejorar.

—Eso quiero.

No se que es lo que estaría pasando por la mente de Jihoon en ese preciso momento en esa extraña situación de dos chicos llenos de harina caminando por las calles. Pero decidi soltar algo que quería decir para sincerarme.

—Quiero que sepas que, aunque apenas nos conozcamos, si necesitas algo... Cualquier cosa... Yo, yo estaré para ti.

Solo me dijo gracias. Pero no un "gracias" por compromiso, sino uno de aceptación.

Sin embargo, otra vez la terquedad de este chico se hizo presente y lo que dijo me hizo sentir ganas de que entienda que a pesar de todo lo que pasó hoy, a pesar de que no nos conocemos de año, no me gustaría hacer como si hoy no hubiera sucedido.

—No quiero ser una carga para ti. No quiero abusar de tu confianza. Nosotros no nos conocíamos ayer... Pero yo quiero ser tu amigo.

Yo también.

—Por favor, olvida todo lo que viste hoy.... y-y... y hagamos todo desde cero de vuelta. Eres una gran persona. Muy genial.

Niño tonto.

—¿Por qué debería olvidar lo de hoy? Si pude conocerte a ti, y eso fue bueno. Un chico que pone toda su alma en lo que le importa, que se emociona de una forma linda y me cae muy bien —Tantas cosas para decirte—. No pienses en ti como una carga... Tonto.

Es que eso eres, un niño muy tonto.

Por suerte, este diálogo terminó siendo el primer paso. Ahora somos amigos.

Ahora ya mas cómodos, fuimos en camino hacia la cafetería. Jihoon se quedó parado en la puerta de la entrada, pero lo jalé hacia adentro.

Al parecer sus motivos de quedarse pensativo eran por Doyoung. Si... Con Doyoungie tuvimos una pequeña charla, un pequeño sermón también. Pero pude reafirmar que mi amigo, en el fondo, muy, muy, muuuuy en el fondo se preocupa por mi.

Bueno, obviamente que exagero, sé que me rodeo de buenas personas.

Y como aún seguiamos cubiertos de harina, fuimos a limpiarnos. Vaya que en verdad teníamos harina.

Entonces recordé que, aunque la "cita" en la que trabajamos tanto se canceló por obvias razones, era muy probable que todavía este intactos los postres y quizá las bebidas que fueron preparadas para esta ocasión. Por eso, pensé que sería buena idea comer eso junto a Jihoon. Ya estaba anocheciendo... y no pensaba desperdiciar nada.

Jalé a Jihoon hacia una mesa y le comenté que me espere.

Fui a preguntar a Doyoung si aún estaban los postres y todo ello.

—Sí Hyunsuk, aún están. Pero los cafés se hecharon a perder. Si quieres podemos preparar chocolatada para todos y llevas de ahí.

—Muchas gracias Doyoungie.

De vuelta con Jihoon atiné a decirle.

—Sabes que la comida no se desperdicia. Y en especial lo que prepare.

Y así sucedió.

Traje lo que comeríamos y las chocolatadas.

Pero no solo pasó eso. Creo que hubo algo más.

Jihoon y yo nos miramos.

Me sentía nervioso pero también feliz.

Feliz de haber tenido un día muy loco, de empezar una amistad y acabar bebiendo una deliciosa chocolatada.

Será un recuerdo muy lindo a futuro.

Al terminar de comer y de cerrar la cafetería; todos nos dirigimos hacia la esquina para tomar un bus y dirigirnos hacia nuestros hogares.

No sabía donde vivía Jihoon, pero Doyoung y yo nos iríamos juntos pues vivíamos muy cerca; incluso podríamos llamarnos vecinos.

Esperando por un bus, nos sorprendimos que tomamos el mismo. Eso quería decir que nuestras casas podrían estar a pocas calles o cuadras.

Bajamos también en la misma esquina.

—Hey Jihoon, ¿Por dónde vives?

—Oh.. Por este lado —Mientras señalaba el lado izquierdo de la calle—. ¿Y ustedes?

—Por allá —dijo Doyoung mirando hacia la derecha.

Tonteamos unos minutos más.

—Entonces... Ya nos tenemos que ir.

—Eh... Si-si yo también.

—¿Nos volveremos a ver?

—Yo diría que sí.

Me acerqué y le di un abrazo que fue correspondido por un buen tiempo.

—¡Hey! Yo también estoy aquí.

—Únete al abrazo Doyoungie.

—¿Les debo recordar todo lo que me hicieron hoy?

—Ya te devuelvo a Hyunsuk. Hay que ir a descansar.

—¡Adiós!

—Adiós chicos.

Y ahí nos separamos.

Ya nos volveríamos a ver, como prometimos.

Que gran día.

—Tanto abrazo entre ustedes y no se conocen ni hace un día.

No es cierto... ¿O sí?

Doyoung celoso.

—Si quieres un abrazo solo tienes que decirlo eh.

Luego de eso, reímos y fuimos directo a nuestras casas. Se estaba haciendo tarde. Personalmente, una vez llegué, fui directo a mi cálida cama.

Una sonrisa se dibujaba cada vez que recordaba algunos de los momentos de hoy. Y así fue hasta que me ganó el sueño.

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𝐖𝐀𝐈𝐓𝐄𝐑 • 𝐒𝐔𝐊𝐇𝐎𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora