𝐖𝐀𝐈𝐓𝐄𝐑 • 𝐒𝐔𝐊𝐇𝐎𝐎𝐍

𝑱 - 𝑺𝒊𝒅𝒆

—¡Adiós!

—Adiós chicos.

Estaba frente a mi casa.

Era un poco tarde y no sabía si mis padres estaban durmiendo o aún estarían despiertos. Mi mente pensó en que la mejor forma de entrar sin hacer escándalo, era entrando a mi cuarto por la ventana.

Sí...mmm... creo que no era un buen plan.

Busqué las llaves e intenté abrir la puerta principal lo más despacio posible.

—Buenas noches joven Park. ¿Se puede saber donde estaba? —Oh... mi papá.

El televisor estaba encendido, mis padres estaban en una especie de cine improvisado, que incluso tenía bebidas y pop corn. Estaban viendo una película.

—Buenas noches, emmm, yo... —Los miré a los ojos y me puse un poco nervioso—. Estoy muy cansado, les prometo que si ustedes quieren, les cuento todo mañana ¡Descansen!

Épico. Épico como salí.

Deje mis cosas en el escritorio.

Saqué ropa para cambiarme. Un pantalón de pijama y un polo blanco para ser específicos. Son muy cómodos después de todo.

También toallas para el cuerpo y el cabello. Debía bañarme. Si no, probablemente la harina que aún quedaba en mi; me generaría comezón.

Finalizada la ducha; me vestí, apagué las luces y me eché tranquilamente en la cama.

Saben... Estoy feliz.

Creo.

¿Estoy feliz?

No lo sé.

No lo sé, pero siento una sonrisa en mi cara.

Cuando pienso en que conocí a Hyunsuk.

Es que... Pienso acerca de lo que pasó tan solo unas horas.

Y al inicio me siento triste. No... no quiero pensar en ese rechazo, del que preferiría reírme en un futuro.

Pienso en cómo volví caminando junto a ese chico llamado Hyunsuk hacia la cafetería. Que su amigo Doyoung nos regañó; pero felizmente terminamos tomando unas muy ricas chocolatadas.

Es una sensación cálida.

¿Les sucede que cuando vuelven a tener una misma sensación, es como si los llevara al lugar donde por primera vez la sintieron?

O estoy loco.

¿Podríamos ser amigos? ¿Muy buenos amigos?

Supongo que solo el tiempo nos podrá convertir en amigos.

Solo el tiempo podrá darme chocolatadas gratis.

Patalee inconscientemente sobre mi cama.

¿Jihoon qué te pasa?

Es que... Piénsalo. Serán chocolatadas gratis.

También me agradó ese último abrazo. No quiero que sea el último.

Me estiré sobre la cama. Creo que se está quedando chica, o yo estoy creciendo.

Tomé mi celular.

Ahí fue donde caí en cuenta que no tengo el número de ninguna de las personas que conocí hoy. ¿Es en serio?

Toca ir a la cafetería un día de estos.

Seré un nuevo Jihoon.

—¿Qué crees que haya pasado?

—Pues estaba un poco sonriente.

—Quizá le dijeron que sí.

—Todavía es un niño.

—Jajajaj, es una broma. Aunque ya está grande... y bueno, es normal.

—Mañana le preguntas entonces.