11. Encierro

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CAPITULO 11

ENCIERRO

Kurt estaba en medio de la oscura sala, trataba de entender donde estaba, pero no lo logro. De pronto una luz ilumino la habitación. Al fondo estaban Finn y Carole mirándolo con lastima, llorando. Tenía la oportunidad de volver, cuando su vida aunque era dolorosa tenía sentido, Carole le extendió los brazos, pero Kurt permaneció inmóvil. Detrás de ellos logró ver al Glee club, realmente extrañaba a esos chicos, fueron su familia, y ahora los había olvidado. Escucho un susurro detrás de él que no pudo comprender, se giro, y sus ojos brillaron... su madre y su padre, tomados de las manos lo observaban, Burt y Elizabeth caminaban hasta él, y Kurt se apresuró y corrió para alcanzarlos, lo hizo y los abrazo con todas sus fuerzas, se aferro a ellos, derramo lagrimas, y ellos también lo abrazaron, estaba con su familia.

-Haz lo que te hará feliz Kurt...- le dijo Elizabeth acariciando su cabello -sufrirás, pero llegaras al triunfo, te lo prometo.

-No dejes que nadie te lo impida- le dijo esta vez Burt sonriéndole -te amo hijo, y siempre quise que encontrarás alguien que te amara tanto como yo...

-Los amo- Kurt no podía dejar de llorar -no se vayan, porfavor... no se vayan, permítanme quedarme aquí, no quiero regresar, no quiero.

-debes hacerlo cariño- siguió diciendo Elizabeth -hay alguien ahí que no podría vivir sin ti- y aunque ella trato de separarse Kurt no la dejo ir -dejame Kurt... debo irme...

-No... no- insistió él. Pero en el siguiente segundo ya no había nadie, solo él en medio de la nada. De pronto un gran estruendo peturbo sus oídos, los tapo pero gritos desesperados no dejaban de sonar dentro de su cabeza. Un zumbido aumentaba a cada segundo, y de pronto frente a él estaba Finn, Pam, Carole, toda su familia gritándole que tan estúpida habia sido su decisión, que si tan solo hubiera creído mas en si mismo no hubiera terminado acostándose con cualquiera, que si fuera mas inteteligente sabría que lo mas sabio era irse, alejarse. Que si tan solo fuera un poco Kurt Hummel no habría hecho todo lo que hizo, así todo sería mejor. Le gritaban enfermo, tonto, cobarde...

Kurt gritó con todas sus fuerzas, se sento en su cama, seguía gritando y llorando. La luz de su nueva habitación se encendio, Blaine estaba de pie junto al apagador.

-¿estas bien?- le pregunto corriendo a donde estaba, dormían en camas distintas.

-Si...-dijo mintiendo, seguía llorando, no podía controlarlo. Blaine torcio la boca, se sento junto a él y lo abrazo, acaricio su espalda, sentía sus hombros húmedos por sus lagrimas, pero no lo aparto, no hasta que se calmo un poco, no hasta que sintió su respiración tranquila, no hasta que le beso miles de veces el cabello.

-¿Quieres hablar de tu pesadilla?- le pregunto suavemente. Kurt negó con la cabeza. Blaine le sonrió -¿Quieres que duerma contigo?- y esta vez Kurt asintió. Blaine se levanto a apagar la luz, y se recostó junto a él, Kurt se aferro de inmediato rodeándolo, solto un fuerte suspiro y recostó su cabeza sobre su pecho. Blaine entrelazo una de sus manos con una de Kurt, y comenzó a cantar mas como un arrullo una canción de cuna.




-¡cantas maravilloso!

-Rachel porfavor, ya se que es lo que me vas a decir

-No lo sabes- le aposto ella a su prima

-Lo se, me dirás que tengo talento para ser cantante o algo parecido, y que no debo seguirme dedicando a las leyes y estar en tribunales.

-¡exacto! Digo ¿Qué te detiene?

-Que amo cantar y todo eso, pero a mis 15 años me he graduado de la universidad, tengo gran capacidad para las ciencias, biología, química, derecho... quiero hacer eso de mi vida, quiero hacer leyes que realmente ayuden a las personas. Quien sabe, quizá algún dia haga algo que revolucione el mundo.

Fingiré no amarte - Klaine Kurt y BlaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora