"El Lenguaje de las Flores" [A Franlice Fic]

Capítulo 11

No se hagan de rogar y comenten, amigxs, no sean lectores fantasma.

.....

"SHERWICK, LA LECHUZA QUE HACE DE CUPIDO"

La familia Fortescue vivía en el centro sur de Londres, en el distrito de Chelsea. 

La ciudad está poblada en su mayoría por muggles, pocos son los magos ambiciosos qué atraídos por la vivaz elegancia de la ciudad han comprado una residencia en ella. 

Hogar de famosos y distinguidos artistas, Chelsea tiene ese encanto especial atrayente a las almas aventureras.

En opinión de Alice el mejor tiempo para estar en casa era el verano; la brisa suave, las noches cortas, el aroma a flores, el brillo del sol, tanta paz y alegría que tu única preocupación es evitar la picadura de una avispa.

La joven se encontraba sentada en una de las sillas del comedor esperando impaciente su desayuno, podía oír el crujir y el chocar de las tazas y cucharas en la cocina, su padre no era mejor que ella cocinando, razón de siempre tener esa área de la casa en un completo desorden.

—...¡E aquí Alice tu desayuno!...—dijo el señor Fortescue al tiempo que trataba de balancear en sus brazos un par de platos, en las manos traía dos tazas de té que humeaban por lo caliente del líquido, olvidando su comodidad Alice se levantó y tomó los platos tambaleantes de los brazos de su padre.

—...¡Papá eres mago, no necesitas traer todo tú sólo!...—lo regañó la chica mientras tomaban asiento, el hombre vivía rodeado de seres no mágicos, incluso trabajaba para uno de ellos, en lo que cabía él quería mantener cierta distancia con la magia, dejar salir a Alice a ese mundo mágico (cruel) donde existían personas capaces de herir y perturbar a la mejor de las almas le fue tan difícil, pero cuando su hija cumplió once años, y la carta de invitación a Hogwarts llegó a sus manos y la vio tan feliz, supo que no podía aislarla de algo que era parte de ella, aunque la sombra del pasado estuviera sobre él todo el tiempo, —...¡Pá, no te ofendas pero....¿té en esta calor?!

 Alice siempre estaba tratando de subirle el ánimo, porque al pobre se le salía la tristeza hasta en la risa, él trataba y trataba pero sentirse completo le era imposible, aún teniendo a su no tan pequeña Lissy con él..

—...Entonces cuéntame Lissy, ¿Cómo está el viejo Hogwarts?

Frente a él, Alice estaba tratando de no escupir un trago de té que tenía en la boca presa de un ataque de risa; —...¡Perdón pá, pero por un momento pensé que me preguntarías del viejo Dumbledore!