●Yo sere tu perdición, al oir mi voz caeras en la tentación, déjame amarte con el filo de mi lanza, mi compasión liberará tu alma de tu maldición, ven sigue mi voz, llora en mis brazos y tus lagrimas descansarán en mi pecho, nadie te perdonará por l...
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-Por favor sigame, aquí se encontrará con su Oiran ella será quien prestará su servicio-hice una reverencia de 90 grados mostrando una sonrisa pequeña pero encantadora. Recorria los pasillos tal y como los aprendi, el tapiz rojo con sus atractivas mandalas en dorado con una hermosa estatua de buda, el piso de madera resonaba bajo mis pies al caminar, cada vez faltava menos hasta que vimos una puerta blanca corrediza con el numero "05", indicando que llegamos a la habitacion de mi compañera.-Es justo aqui, espero que disfrute de sus servicios.
-Si, muchas gracias, señorita-hizo una pequeña reverencia y entro en la habitacion. Una vez que entró al cuarto que le indique, solté el aire q mis pulomes contenían y borre la sonrisa de mi rostro, tengo las mejillas entumecidas y mi espalda doliendo, me gustaría descansar un poco más, descansar como antes....
En realidad me gustaría q todo fuese como antes...
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El día que naci fue un júbilo, después de tanto orar y de hacer tantas ofrendas en el templo que estaba cerca de la casa de mis padres, tuvieron una hija digna de ser una Geisha. Mi madre emocionadapor mi brillante cabello blanco como la luz de la luna; mi padre apasionado por mis profundos y candentes ojos ronos y mi hermano impactado por mi piel blanca como la porcelana como la de una muñeca Hina. Madre dijo que era una bendición de Dios, no sabía que ser geisha llevaría tanto sufrimiento. Cuando comenzaron a entrenarme para ser Geishas, todos los dias prácticaba Danza con abanicos, tocar instrumentos nuevos todo el tiempo y sobre todo cantar, cuando cante fue como si al fuego le colocadas más leña, hasta que se volvió un fuego incontrolable. Un hermoso e incontrolable fuego.
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Recuerdo lo emocionada que estaba, senti una extraña familiaridad cuando madre me menciono que comenzaria a practicar canto, como si fuera algo que me fue arrebatado hace años.
Al momento de llegar con mi nueva profesora, mi madre entró primero en la habitación diciendome que solo aclararia algunos asuntos al respecto a como sería su ganancia a partir de ese momento y que luego me llamaría para entrar, esperen...¿madre ya conocía a mi profesora?.
Escuche como una mujer hizo un pequeño cántico que me hipnotizo, me sentí como si estuviera siendo llamada de la forma más dulce y con voluntad de hacer lo que aquella voz me dijera. Cuando menos lo note mi madre me estaba llamando para entrar, con prisa entre y cerre com delicadeza la puerta. Al volterame veo una mujer con una máscara en su rostro, vestía un kimono blanco con el diseño de una hermosas flores de loto y su faja de un color verde pantanoso.
