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Habíamos llegado a la Finca de Uzui y sus esposas, solo vine a acompañarlos hasta aquí para luego ir a la finca de Ubuyashiki-sama, las heridas de Uzui eran graves, pero nada que con un buen tratamiento no se pueda curar.

-Señoritas, les gustaría que antes de ir a la finca de Oyakata-sama les ayude en algo?, Algún curativo o planta medicinal que les pueda hacer falta?- ellas recostaron a Uzui en un futón que tenían en la sala, se veía que estaba haciendo algo de esfuerzo para mantenerse despierto.

-Gracias, Liegia-sama, pero tenemos todo lo que necesitamos, pero nos agradaría que luego de ver al patrón y descansar un poco, venga a tomar un té con nosotros, que le parece?- Hinatsuru me sonreia con dulzura, incluso cansada y luego de una larga batalla, aún seguía siendo una maravillosa persona.

Algunos ya habrían mandado todo al carajo, no los culpo.

-Claro, apenas pueda vendré a verlos, gracias por todo y lamento no haberlas ayudado mucho en el distrito, pero el estar bajo la vigilancia constante de Dalí era difícil Hacer algo sin ser percebida- hice una Reverencia aferrandome al Haori de Tanjiro, luego de cocerlo y lavarlo se lo llevaré a la finca de Shinobu.

-No te preocupes por eso Liegia-chan!!, Sabemos que fue algo difícil estar allí, está todo bien!!- Suma se acerco a mi y me dió una caricia en mi cabello.

-Liegia-chan-Uzui llamo mi atención y yo lo mire esperando lo que el Hiba a decir- Remgoku sabía del peligro de la misión y me dijo que si algo le sucedia que cuidara de ti como a mis esposas, el le dijo sus últimas palabras y deseos a Tanjiro, cuando el despierte puedes ir con el para saber que es lo que te quería decir.

Sabia que tendría que lidiar con la realidad de que Kyoujuro ya no estaba aquí, pero no sabía que tan rápido, agache mi mirada y gire mi cuerpo en dirección de la puerta, no quería la pena de nadie.

-Esta bien Uzui-san, no se preocupe de mi, yo estaré bien, tengo que cuidar de mis niños y de Senjuro, estaré bien, ya verá que todo volvera a lo normal-sin más, salí de la finca de el y me dirigí hacia la finca de Ubuyashiki-sama, solo que no percebi que cuando llegue, mi cara está a llena de lágrimas.

No quería vivir en una realidad donde Kyoujuro no estaba, no estaba lista, no aún. Cai de rodillas al suelo con la mirada gacha, mis lágrimas mojaban el piso en el estaba, el Haori de Tanjiro me brindaba una extraña pero linda calidez, como si fuera un abrazo.

Escuché el ruido de la puerta abrirse y de cosas caerse, eleve mi vista y era la señora Amane que estaba con unas toallas en mano.

~○§ÏŘƏŇÅ○~ ~Tengen Uzui~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora