●Yo sere tu perdición, al oir mi voz caeras en la tentación, déjame amarte con el filo de mi lanza, mi compasión liberará tu alma de tu maldición, ven sigue mi voz, llora en mis brazos y tus lagrimas descansarán en mi pecho, nadie te perdonará por l...
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Mi cuerpo flotaba, era tan ligero, no quería que esa sensación se marchará, quería continuar asi durante horas, pero la luz del sol comenzaba a molestarme, así que con lentitud abrí mis ojos, espere un poco para acostumbrarme a la luz.
Una vez sentada senti una presencia afuera de la habitación, tome mi cabeza y senti que tenía una venda al rededor de ella, me lastime feo. Cuando conseguí colocarme de pie caí de rodillas, estaba muy débil todavía.
-Ahh!-el dolor que sentía lo expresé con un gemido agudo, escucho hablar de pasos afuera y el azote de la puerta corrediza.
-Liegia estas bien?!-Cuando me voltie para ver quien era el dueño de aquella masculina voz, no podía creer lo que estaba viendo.
-A-arón?, de verdad eres tu?-mi vos temblaba, me arrastre por el suelo para acercarme a el, llegó hasta mi Y me abrazó, no tarde mucho en comenzar a llorar- Oh Dios! Gracias por este maravilloso peesnet, Gracias!-escuche como mi hermano sollozaba, extrañaba tanto sus abrazos.
-Que Bueno Que estas bien Liegia, estaba muy proupado cuando me dijeron que un demonio atacó tu medio de transporte, lo bueno que estaba Rengoku-san para cuidarte-mientras hablaba tomo mis mejillas y me senté en el tatami de la habitación-engo tanto que contarte.
-Lo se hermano, yo también me asusté, pero eso ahora no importa, sino nosotros-uni mi frente com la de el hasta que caí en cuenta de algo-espera un minuto... TE CASASTE CON LA HIJA DEL EMPERADOR!, quiero decir mi destino es el templo del emperador asi que creo que es aqui-el impacto y desespero en mi vos era notable, lo que más me desespero no era eso, sino q mi hermano no paraba de reír.
- No Liegia, no me casé con la hija del emperador me case con..- se vi interrumpido por una voz femenina.
-Querido, me dijeron que viniste a ver a Liegia-chan, esta todo bien?!- cuando vi a la dueña de la voz me quedé más impresionada todavía.
-Mugiran-chan?
-Hola Pequeña sirena-vi como retiraba su máscara y mostraba su bello rostro, su belleza es digna de una sirena- a pasado mucho tiempo.
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Fue una mañana de muchas emociones sin duda, jamás crei que la Mugiran-chan sería capaz de "comprarme" en nombre de su padre, diciendo que era el emperador, solo para traerme aquí. Lo que más me impacto fue su propuesta, para ser una cazadora de demonios, fue en el almuerzo, allí estaba Rengoku-san.
-Me alegra tanto que estés bien, Liegia-chan, estas máshermosa que un atardecer en un mar, tu juventud te sienta de maravilla- dijo guiándose al comedor, ya había cambiado mi kimono, era mas simples que los demas que tenia al igual que mi peinado, es de las pocas cosas casuales que tengo, madre tenia prohibido la ropa casual en una geisha, excepto a la hora de dormir.
