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Había pasado ya 7 meses desde que Chuuya había perdido la memoria. Logró recordar cosas importantes y Dazai debía entrenarle sólo un mes más.

[. . .]

Dazai recibió un golpe bastante fuerte por parte de Chuuya. Cuando logró ponerse en pie dijo.

— Increíble Chuuya. Ya has recobrado tu fuerza, aguante y agilidad. Soy el mejor maestro~ —

— ¿Me estás alabando a mi o a ti? —

Ambos rieron. Dazai recogió su abrigo del muro donde lo dejó e hizo una seña a Chuuya para que se fueran.

[. . .]

Chuuya entró al apartamento directo a ducharse. Dazai antes de entrar cogió el periódico que habían tirado en el buzón.

El castaño se tiró al sofá y, para no aburrirse mientras Chuuya se duchaba, empezó a leer las páginas hasta llegar a una que captó su atención.

El 29 de abril habrá luna roja! Un fenómeno tan poco común se podrá ver a partir de las 20:17pm hasta las 00:00."

Luna roja eh... — dijo Dazai pensando en voz alta.

Chuuya, que pasaba por allí a por un nuevo bote de champú le oyó  y dijo.

— ¿Luna roja? Dicen que es romántico llevar a la persona que amas allí y declararte. Anee-san me dijo eso. —

Dazai salió de sus pensamientos y pensó un poco más.

— ¿Romántico?... —

— Sí. El color del amor y la pasión es el rojo. — Chuuya cogió el nuevo champú y se fue.

Dazai volvió a mirar la fecha de la Luna roja. De la impresión fue corriendo al baño, interrumpiendo la ducha de Chuuya.

— ¡CHUUYA!, ¿EL 29 DE ABRIL ERA TU CUMPLEAÑOS? —

— ¡¿HAH!? SAL DE AQUÍ. —

— PERO LO ES, ¿VERDAD? —

— ¡SÍ! —

Después de recibir un golpe en la nariz, el castaño fue a el sofá otra vez, suspiró y empezó a hablar para él mismo.

— Bah... aún estamos empezando marzo — hizo una breve pausa y volvió a decir. — Además se llevan a Chuuya a la Mafia este 14... No podría llevarle... Ah... —

Dazai abandonó la idea de llevarlo a ver la Luna con él y se dispuso a dormir cómodamente allí.

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Había llegado el día. Chuuya debía volver a la Mafia. Ya había recordado lo esencial para poder vivir bien allí.

Aunque a Dazai le dolía el hecho de que Chuuya aún no recordara momentos juntos cuando eran unos adolescentes. Aceptó la situación y ayudó al pelirrojo a empacar sus cosas.

— ¿Tienes todo? —

— Sí. —

— ¿Seguro? —

— Sí. —

— ¿Tu abrigo? —

— ... —

— Lo sabía. —

El castaño sacó el abrigo de un cajón y se lo entregó a Chuuya. Este solo le dedicó una suave sonrisa como signo de "Gracias".

— ¡Chuuya! Vamos, ya llegó el coche. — Kouyou entró en ese negro coche esperando a Chuuya.

— ¡Voy Anee-san! —

El pelirrojo volvió a dirigir su mirada hacia Dazai y después de unos cortos segundos algo incómodos dijo.

— Esto... Siento no haber recordado nuestras cosas pasadas, Osamu. —

— No le des importancia Chuuya. Está bien. —

Chuuya dudó en hacer un último movimiento. Sus mejillas se ruborizaron y después de varios golpes con el pie al suelo se acercó a la mejilla de Dazai y la besó rápidamente.

— Adiós. —

El pelirrojo se fue corriendo al coche y se metió en él. Dándole una  última mirada tímida a Dazai.

El castaño acarició la mejilla donde Chuuya le había besado y, después de que el coche desapareciera de su vista soltó un grito de victoria.

Entró a su apartamento y comenzó a imaginar mil escenarios con Chuuya en su próximo encuentro. — La verdad es que he mejorado mi relación con Chuuya en este tiempo... Algo de rencor me tendrá por los entrenamientos pero... ¡Esa mirada decía todo! Ahh... Chuuya moi amore... —

Se tiró al sofá encantado y se decidió.

— Tengo que llevarlo a ver la Luna Roja por su cumpleaños. —

Recuerdame, ChuuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora