11

5.8K 639 181
                                        

Dazai fue a la agencia. Ya que Chuuya había vuelto a la Mafia, él tendría que volver con sus horarios laborales allí.

- Ughh. - el castaño soltó un suspiro amargo mientras veía el edificio donde trabajaba. Que pereza le había entrado.

La puerta se abrió bruscamente y de ahí apareció Dazai, con su misma sonrisa y actitud boba de siempre.

- ¡Helloo!~ -

- ¡Dazai-san! Qué alegría que hayas vuelto. - dijo el albino feliz.

- Dazai que quede claro que tienes 20 informes que entregar. -

Dazai se quedó petrificado al oir aquello y, sin bajar sus brazos que se encontraban reposados en su cabeza, dio media vuelta y se fue por la puerta; pero Kunikida se enfadó y trajo de vuelta a Dazai a golpes y fuerza bruta.

- Kunikida si sigues siendo así de bruto nunca tendrás la novia que deseas~ A las chicas le gustan los hombres tranquilos y con paciencia. Anotalo. -

Kunikida lo anotó serio mientras Atsushi entendía que se trataba de otra broma por parte de Dazai. Soltó una leve risita agradecido de poder volver al ambiente menos tenso de antes.

Ranpo salió del despacho del jefe con una cara larga.

- Ranpo-san, ¿pasó algo? - preguntó Atsushi.

El detective detuvo su caminar y dijo.

- El Jefe me regañó... ¡Me dijo que no he hecho nada estos meses! Pfff, ¡tonterías! Además me mandó a buscar algún caso por muy insignificante que sea. -

- Bueno el Jefe tenía algo de razón. - dijo Kunikida interviniendo en la conversación.

- ¡CLARO QUE NO! - se defendió Ranpo y suspiró. - Qué casos pueden haber... Quiero uno rápido pero interesante. -

El detective miró a todos los lados de la habitación, clavando su mirada en cada uno de los miembros.

¿Kunikida? No. Sólo tiene deberes que hacer, sería aburrido.

¿Yosano? Las compras no son lo suyo.

¿Tanizaki? Mejor no saber que problemas tendrá...

- Mmh... - Ranpo siguió mirando a los miembros hasta dar con Dazai.

Los hombros del castaño estaban más erguidos de los normal y su sonrisa unos centímetros más pequeña. Definitivamente pasaba algo. Una sonrisa de iluminó en el rostro del detective y se acercó al castaño.

- Dime Dazai... ¿en qué te ayudo? -

Dazai se sorprendió pero, ¿qué más esperar del mejor detective del mundo? Aunque Dazai no diría ni loco lo que planeaba hacer en ese lugar.

Ranpo se dio cuenta de eso. - Ya veo... ¡Vamos fuera! - cogió un caramelo que había en su mesa y salió de la sala mientras lo lamía.

Dazai se pensó varias veces si ir con él o no, pero mejor eso a tener que hacer tareas con Kunikida y sus muermos de sermones.
Si pensarlo dos veces se puso en rumbo a seguir al detective.

Una vez que estaban ambos caminando por el parque cercano a la agencia empezaron la conversación.

- Bueno cuentame. Seré tu consejero ahora. -

- ¿Es necesario contarlo? -

- ¡No! Pero si quieres perder más tiempo de trabajo sí. -

Dazai se planteó eso y decidió contar todo de principio a fin.

- Quiero llevar a Chuuya a ver la Luna roja, ya que es el día de su cumpleaños y pensé que sería un bonito regalo, además de gratis. Pero siento que quiero hacer algo más que eso, el problema es que no sé el qué. -

- Fácil. Te enamoraste de Chuuya y quieres declararte ese día por lo que él te dijo de que era bonito hacerlo ahí. -

- ¿Qué? No, no, Ranpo-san te confudes. A mi no me gusta Chuuya. Nanai. -

- Eso es lo que quieres creer. Le hiciste daño en un pasado y lo sabes, por eso piensas que no eres suficiente para él y no le mereces. -

Dazai se quedó en silencio. Ranpo había dado en el clavo.

- ¿Y qué puedo hacer? Tampoco tengo asegurado que le guste a él. -

- Después de contarme lo de ese beso de despedida se puede notar a kilómetros que le gustas. Solo un tonto podría no notarlo, o sea tu. -

- Muy gracioso. -

Ranpo rió ante el comentario. - Llevalo Dazai, te aseguro que aceptará ir contigo. -

- ¿Y si le vuelvo a hacer daño? Como siempre hice. -

- Que pesimista eh... Confía más en ti. Te aseguro que saldrá la mayor parte bien. -

- Ja.. ¿Y la menor parte? -

- Es un secreto. -

Dazai, ahora más seguro de la decisión, agradeció a Ranpo y se fue a su apartamento por dinero. Necesita un kimono nuevo y quiere uno bonito. Especialmente para Chuuya.















Recuerdame, ChuuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora