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Diciembre, 02 del 2009:Pittsburgh, Pensilvania, EE

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Diciembre, 02 del 2009:
Pittsburgh, Pensilvania, EE.UU.

"_No salgas desabrigada Lena." Acordé desde la sala de nuestra casa. "_El invierno está a la vuelta de la esquina y para ti es muy frío."

Finales de mayo y mitad de junio fueron meses bastante turbulentos para con Elena, fueron treinta y tres días de estados de ánimos en picada libre. Momentos en los que se aisló por completo, perdió apetito, durmió todo el día y otros, simplemente no lo hacía.

Muy escasas eran las veces que la doppelganger se abría, y en esas pocas notabas emociones como la culpa, desesperanza, enojo, vergüenza, descontento general o falta de energía.

Se irritaba con facilidad; buscaba temas de discusión, otras simplemente nos evitaba a Lucy y a mi. Y otras que rara vez se daban, donde el apego era notable.

Intentó escaparse dos veces, avergonzada y culpable por el trabajo y reniego que suponía, que eramos muy pacientes y tolerantes y no deseaba causarnos mas problemas.

No lo aprobabamos, Elena estaba emocionalmente muy inestable, necesitaba control y cuidados que en Mystic Falls no iba a encontrar. La sola presencia de un Doppelganger en el pueblo significaba problemas, sumándose otro más, iban a ser un gran desencadenante para los problemas arrimados a Mystic Fall's.

En otras palabras, Elena había perdido peso, mucho peso, era alarmante. Con Lucy no sabíamos que más hacer, cada momento era una bomba de tiempo, el corazón y cuerpo de la adolescente estaban en estado precario, ya no estábamos dispuestas a sentarnos y esperar a que Elena un día se levante y trate de razonar consigo misma. Ese día se veía muy lejos, tan lejos que contra cada una de sus objeciones decidimos internarla.

Fueron días muy largos entre análisis, consultas, diagnósticos y visitas a diferentes especialistas. Elena no estaba en su mejor momento y lo demostraba con un comportamiento cuestionable.

La diagnosticaron de Trastorno depresivo persistente (PDD en inglés). Contra cualquier pronóstico, aunque fuimos compresivas, pacientes y tratamos de ponernos en su lugar, Elena no demuestra mejorías.

El especialista a cargo de su caso recomendó que no debemos imponernos o forzarla a que esté mejor. "_Debes ayudar hasta donde puedes y también, hasta donde esté tu límite. Es decir, no debes dejar que la indiferencia de la otra persona pueda con tus fuerzas porque nadie puede ayudar a alguien que no se deja ayudar. Esta es la clave a la hora de entender y asumir que por más que quieras hacer, nada depende de tu voluntad..." Algo en eso nos ayudó a calmar nuestra enorme frustración y dolor, renovando nuevas fuerzas y paciencia.

Al final del mes de Junio y luego del cumpleaños número diecisiete de Elena, el cual se negó a celebrar, decidimos que tal vez un gran cambio sería necesario, algo que la haga pensar y sentir que fue tomado pensado en ella, de buena manera como detalle y no como si fuera por su culpa.

Miss SimpathyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora