014

271 33 4
                                    

Katherine atraviesa violentamente las puertas de su mansión, después de un viaje a velocidad inhumana de veinte minutos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Katherine atraviesa violentamente las puertas de su mansión, después de un viaje a velocidad inhumana de veinte minutos.

Puede escuchar vagamente el sobresalto en los corazones de sus guardias. Nalia Brett, loba escolta, siendo la primera en entrar de manera exaltada hasta el interior de la mansión.

Con ojos exorbitados, observa de lado a lado hasta dar con la forma agitada de Elena, y Katherine a su lado con una mirada sombría sacudiendo los restos en formas de pequeñas astillas de la mejilla de Elena.

–Siento interrumpir, pero debo preguntar, ¿todo bien aquí?– interroga en lo que los latidos de su corazón vuelven a ser superficiales.

Katherine asiente sin prestarle demasiada atención. Y Nalia no se sorprende cuando desaparecen una vez más en el piso de arriba.

Rasca su cabeza y voltea con la curiosidad carcomiendo sus adentros. Le pagaban por trabajar y mantener discreción, inmiscuirse era la menor de sus preocupaciones, se reprende.

–¡Oyeron bien, todo está bajo control aquí! ¡Vuelvan a sus puestos!– Grita a los demás lobos amontonados y alertas alrededor del porche. Mira una vez más a los restos de bisagras y astillas esparcidas alrededor del recibidor. –Definitivamente será mis trabajo llamar a una bruja aquí.– Suspira en lo que saca su teléfono del bolsillo y marca por alguna bruja libre.

•••

Katherine suspiró por enésima vez esa noche. No podía escuchar sonido alguno proveniente del piso de arriba, más específicamente, la habitación de la adolescente. Lo que valió un resoplido de cansancio.

Las cosas habían estado tensas desde el momento en que abandonaron el campamento. Katherine no supo descifrar por completo su estado de ánimo luego de que aquello explotase en su rostro, bueno, había pasado bastante tiempo desde la última vez que sostuvo a una Elena temblorosa y confundida.

Estaba tan enfocada en que los últimos periodos - que tan sólo fueron un par de meses atrás - no se repitieran que olvidó por completo toda discreción.

Atravesando la puerta de la mansión, destrozando el inmueble. Y la adolescente, solo reaccionando al fuerte impacto, volviendo en sí.

Elena exigiría respuestas y sabe  exactamente dónde exigirlas.

Y la vampira lo supo en ese momento.

Aquello, de algún modo, también la hacía parte de la corta lista de damnificados.

–¿Una de sus crisis?– Lucy es la última del trío en llegar. Con un breve abrazo sobre su hombro en modo de saludo.

La vampira larga todo el aire retenido en sus pulmones con una breve afirmación.

–No imagino por lo que ambas están pasando. Espero que todo vuelva a estar como antes, diablos, ¿Quien iba a pensar que íbamos a tener una versión malvada de juegos de gemelas?– Lucy despotrica en lo que se quita la chaqueta, abandonandola sobre el sofá.

Miss SimpathyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora