CAPÍTULO 102: "REGRESARÉ CONTIGO ..."

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El cuerpo de Wen Xiaohui temblaba como una hoja al viento, no se atrevía a levantar la vista, el sudor le caía por las mejillas en el frío invierno, casi instintivamente trató de tirar de la puerta del coche para cerrarla, pero la puerta estaba sujeta por esa fuerte mano, sin poder moverla en absoluto.

Una mano se puso en su hombro, y la voz familiar de Luo Yi sonó en sus oídos: "Hermano Xiaoui, sal del auto". Cálido como el sol caliente, pero frío como la escarcha.

Wen Xiaohui se mordió el labio inferior con fiereza, obligándose a recuperar algo de movilidad de ese miedo profundo. Golpeó con fuerza su puño en el abdomen de Luo Yi, ni siquiera se molestó en cerrar la puerta del coche, arrancó el coche y trató de correr, el impulso de huir de Luo Yi se había enterrado en lo más profundo de sus huesos y se había convertido en su instinto.

La respiración de Luo Yi se volvió repentinamente un poco pesada, agarró el cuello de Wen Xiaohui y lo arrastró brutalmente, el pie izquierdo de Wen Xiaohui tropezó con su pie derecho y cayó al suelo de golpe.

Con un fuerte golpe, la puerta del coche se cerró con violencia. Wen Xiaohui miró hacia su coche como si su última esperanza se hubiera desvanecido ante sus ojos.

Un par de pies con zapatos de cuero hechos a mano aparecieron frente a su vista, con las perneras del pantalón marcadas como el filo de una cuchilla. Wen Xiaohui parpadeó y, en trance, la imagen de su primer encuentro apareció ante sus ojos.

En ese momento, la bicicleta de Luo Yi lo chocó dejándolo tirado en el suelo, y cuando el adolescente se acercó corriendo, lo que apareció ante su vista fueron unos zapatos deportivos blancos como la nieve, un pantalón de chándal suelto, y la deslumbrante sonrisa del adolescente, parecida a la del sol, con el olor de su aroma refrescante y limpio, al igual que el viento ligeramente ebrio de ese día de primavera, acariciando suavemente su rostro y trayéndole el momento más cálido y dulce de aquella ocasión.

Han pasado cinco años. Las cosas han cambiado.

Si sólo ...... el joven que amaba, el llamado Luo Yi, el amable, considerado e inteligente Luo Yi, fuera real. Echa tanto de menos a esa Luo Yi, tanto, y el hecho de pensar en él después de tanto tiempo hace que le duela el corazón como una punzada. Esta relación accidentada, al fin y al cabo, ya no le producía aquel sentimiento de engaño y odio, sino realmente la dolorosa pérdida de su amor. Sentía que la persona que amaba había muerto, que la persona que había tocado su corazón, que le había encantado, que le había adorado, se había ido de este mundo para siempre.

No podría haber sido más doloroso.

Fue levantado del suelo por un par de manos fuertes. Finalmente levantó la cabeza y miró a la persona frente a él con ojos borrosos.

Qué extraño. 

Aquel rostro se había vuelto claramente más maduro y sombrío, los rasgos que eran tan familiares que podían representarse con una mano vacía, parecían tan extraños. El adolescente al que antes solo tenía que mirar, con el que podía ligar sin esfuerzo, ahora tenía una altura y un cuerpo robusto que debía admirar. Había visto crecer a un joven cachorro de lobo, pero no fue consciente de ello.

Luo Yi miró profundamente a Wen Xiaohui, centímetro a centímetro sin perderse nada, ni un espacio, y ni un día en más de un año, más de quinientos días y noches y estrellas, habían sido capaz de sacar esa cara de su cabeza. Una vez se preguntó si era correcto dejar que alguien afectara a su cerebro de esa manera, pero luego se dio cuenta de que no se trataba de que estuviera bien o mal, sino que no podía controlarse. Quería a Wen Xiaohui, quería verlo, abrazarlo, escuchar su voz, un fuerte anhelo que superaba todo lo que había mantenido en el pasado, y lo asustaba demasiado.

MALDITA HERENCIA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora