MALDITA HERENCIA ✔

CAPÍTULO 70: "¡UNA VERDAD CRUDAMENTE REVELADA!"

Cuando presionó el timbre, se oyó un ruido sordo de pasos, como si estuviesen corrienso desde el interior, y una niña gritaba alegremente: "¡Yo abro la puerta, yo abro la puerta!"

La puerta se abrió al segundo siguiente y la niña miró con curiosidad a Wen Xiaohui: "Tío, a quién buscas".

"Estoy buscando a tu padre". Wen Xiaohui dijo con una sonrisa.

Cao Hai salió de una de las habitaciones: "Señor Wen, por favor, entre".

Wen Xiaohui entró por la puerta con sus obsequios de Año Nuevo, la esposa de Cao Hai estaba allí y calurosamente lo recibió con una taza de té. También había un par de ancianos en la casa, todo el ambiente parecía muy animado, una vez cumplido su objetivo, era hora de despedirse, pero Wen Xiaohui ya estaba allí.

Después de que ambos habían intercambiado algunas palabras de cortesías, Wen Xiaohui dijo: "Abogado Cao, tengo algo que quiero hablar usted en privado".

Cao Hai no se sorprendió: "Bien, entonces pasemos al estudio".

Los dos entraron al estudio, aislando el sonido de la televisión y las risas de la niña.

Cao Hai se sentó en su silla, con una expresión un poco seria: "El señor Wen debe tener algo importante para venir a verme en esta fecha tan especial".

"Sí". Wen Xiaohui dobló sus diez dedos y los apretó en secreto: "Algo muy importante".

Cao Hai dijo sin inmutarse: "Por favor, habla".

Wen Xiaohui sintió que su corazón latía ferozmente mientras decía con voz profunda: "Eres elocuente e inteligente, no me andaré con rodeos contigo, vayamos directamente al grano, ¿a cuánto equivale exactamente el legado que me dejó mi hermana?"

Cao Hai entrecerró los ojos, "Señor Wen, no entiendo a que se refiere, ¿qué está tratando de preguntar?"

"La herencia que dejó mi hermana, cómo se repartió exactamente".

Cao Hai perdió la sonrisa: "¿Por qué haces esta pregunta ahora? Dentro de dos meses se cumplirán tres años desde que firmamos ese contrato de herencia, no se puede ser tan olvidadizo".

Wen Xiaohui lo miró directamente: "Por supuesto que recuerdo cómo era nuestro contrato, pero alguien me dijo que me habían engañado".

"¿Quién?" La espalda de Cao Hai se tensó.

"El presidente Chang".

El rostro de Cao Hai palideció. 

"Al parece ese nombre no es tan indiferente para usted, pero sí lo es para mí, y si no me hubiera reunido con él, no habría podido saber su apellido. Se reunió conmigo a solas y me pidió una cosa de la herencia de mi hermana, yo ni siquiera sabía lo que era, y luego me dijo que una casa más tres millones de dólares le habían sido heredado a Luo Yi, ¡y que el total de trescientos millones de dólares era lo que me correspondía por ley!"

Cao Hai se calmó y negó con la cabeza: "¿Y tú, le creíste? Xiaohui, ¿crees que una madre dejaría los ahorros de toda su vida a una persona que no es pariente de sangre?"

"No le creí, por eso he venido a exigirte pruebas, quiero ver el contrato, todos los contratos que me hiciste firmar en primer lugar, quiero verlos todos ahora". La mirada de Wen Xiaohui era como una antorcha, quería hacerle un hueco en la cabeza para ver cuánto había de cierto y cuánto de falso. 

Cao Hai frunció el ceño y dijo: "Xiaohui, los contratos que has firmado una parte están en mi oficina y la otra en manos de Luo Yi, ¿cómo podría tenerlos en casa?"