CAPÍTULO 117: "LÁGRIMAS DE DESPEDIDA ...."

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Cuando Luo Yi estaba a punto de acercarse a Chang Xing, éste sintió de repente algo y retrocedió rapidamente, colocándose detrás de uno de sus hombres.

Luo Yi apretó los puños en señal de ira, mirando a Chang Xing con ojos tan escalofriante igual a los de un demonio rencoroso salido del mismísimo infierno.

Dos hombres sujetaron a Luo Yi y lo inmovilizaron en el dispositivo de inducción, y luego lo desataron.

Luo Yi se sacudió las manos, que le hormigueaban por la cuerda.

Chang Xing lo miró desdeñosamente: "Luo Yi, ¿te arrepientes?"

Luo Yi levantó la cabeza ante sus palabras: "Lo que más lamento es no haberte matado en ese incendio en aquel entonces y haber causado tantos problemas por nada".

"Tú mismo habrías muerto conmigo en aquel incendio".

Luo Yi dijo palabra por palabra: "Lo sé".

Chang Xing se rió fríamente un par veces: "Aunque no eres mi único hijo, eres el que más se parece a mí. Al principio tenía muchas esperanzas puestas en ti, así que fui muy tolerante contigo, y sólo entonces te dejé tener la oportunidad de enfrentarte a mí".

Luo Yi espetó sombríamente: "¿Realmente piensas que puedes escapar del país?"

"Las cosas que has preparado para mí deben estar en su sitio antes del amanecer, en cuanto a si puedo escapar o no, no tiene que importarte, es mejor que emplees tu tiempo en despedirte".

Luo Yi entrecerró ligeramente los ojos sin decir nada.

"Hay una lancha a motor aparcadas fuera de la cabina, cualquiera de ustedes pueden abandonar este barco antes de que explote. Esperaré con ansias ver cuál será el resultado al final". La sonrisa de Chang Xing era inusualmente cruel y deshumanizada: "Por supuesto, si no consigo lo que quiero antes del amanecer, ninguno de los dos podrá irse".

Luo Yi lo miró directamente: "¿Cómo puedo estar seguro de que si te doy lo que quieres, lo dejarás ir?"

"Tomemos lo que nos queda de amor de padre e hijo entre nosotros como una promesa en este asunto". Chang Xing rió con ironía: "Además, no tienes de otra".

Luo Yi miró a Xiaohui y bajó la cabeza.

Chang Xing hizo un gesto con la mano y condujo a los hombres fuera delas barco, y el camarote pronto se sumió en el silencio, con solo una bombilla tenue y oscilante con el único propósito de demostrar que aquel espacio no se había paralizado.

Xiaohui estaba sentado contra la pared, con la mente en blanco. Bajo su trasero estaba el detonador de la bomba, y ni siquiera se atrevió a cambiar de posición.

Después de un largo tiempo, la suave voz de Luo Yi sonó, "Xiaohui".

Wen Xiaohui no se movió, ni siquiera giró la cabeza, se quedó mirando fijamente la bombilla sobre su cabeza, aturdido como si estuviera soñando, casi inaudible dijo: "¿Qué debo hacer, tienes una solución?"

"No por el momento".

"Así que vamos a esperar a morir".

"No". Luo Yi giró la cabeza para mirarlo, con la mirada ardiente: "Al menos tú no".

El corazón de Xiaohui se agitó y giró la cabeza para mirarlo: "¿Qué quieres decir?"

Luo Yi no respondió, sino que extendió su mano y susurró: "Déjame tocarte".

Xiaohui miró su mano, siempre le había gustado las manos de Luo Yi, con sus largos, delgados y fuertes dedos, que incluso podían agarrar una pelota de baloncesto con una sola mano, y que además derrochaban pura sensualidad, esa misma mano que estaba haciéndole una pose de invitación, y como si tuviera poderes mágicos, lo impulsó a extender también su mano y apoyarla suavemente.

MALDITA HERENCIA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora