CAPÍTULO 76: "AGOTANDO LA ÚLTIMA PIZCA DE DIGNIDAD ..."

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Luo Yi murmuró: "Si tan solo no supieras nada, sería genial". 

Wen Xiaohui lo empujó con fuerza: "Ok, aceptaré el acuerdo, ahora, piérdete de mi vista, no hay razón para que vuelvas a aparecer frente a mí en el futuro".

El corazón de Luo Yi tembló ligeramente, su mano agarró el pomo de la puerta con fuerza, pero dudó en moverse.

Wen Xiaohui se rió sarcásticamente, "Ja, ja, tienes razón, de repente me dí cuenta, te acompañé a jugar a la casita durante tres años, tuve sexo contigo durante tres meses, y obtuve 30 millones de yuanes como compensación, jamás podré ganar este dinero en toda mi vida. ¡Wow, claramente no encontraré un trabajo más rentable que este, ni las grandes estrellas no son tan caras como yo! Y honestamente, tampoco me desagrada". 

La mirada de Luo Yi era como una antorcha observándolo en silencio durante unos segundos, con los puños cerrados a la espalda mientras se daba la vuelta con la intención de marcharse.

"Luo Yi". Wen Xiaohui dijo con voz temblorosa: "Considérame aburrido, considérame patético, sólo me queda una pregunta por hacerte". Era como un moribundo exhalando su último aliento al final de su vida, "En estos tres años, ¿alguna vez, aunque sea por un momento, te he gustado un poco?" Se despreció a sí mismo por hacer una pregunta tan humillante, como si le importaba. Pero tenía que preguntar, no quería ser perseguido por la pesadilla en que se había convertido esta pregunta, luchando por dormir toda la noche, quería un final tajante y doloroso. 

Luo Yi no se dio la vuelta, sólo dijo tras un largo silencio: "No sé qué es lo que me gusta".

Los ojos de Wen Xiaohui se abrieron de par en par, sus pupilas se relajaron y su cuerpo ya no pudo encontrar un poco de fuerza.

Luo Yi abrió la puerta y se marchó.

Wen Xiaohui se sentó agarrado a una silla, se quedó en silencio durante mucho tiempo, solo dejó escapar una risa baja, agotando la última pizca de dignidad que le quedaba después de desgarrar su alma.

"No sé qué es lo que me gusta".

Esa era una buena respuesta, y durante tres años al menos esas palabras habían sido lo más cierto que había escuchado. 

 La oscura habitación quedó en silencio durante un largo rato antes de que llegara el sonido de unos sollozos reprimidos.

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"¡Treinta millones!" Los ojos de Luo Rui casi se desorbitan.

Wen Xiaohui sonrió y dijo: "¿No es genial? De repente siento que he ganado la lotería. ¿Qué tipo de auto crees que debería comprarme? ¿Un Lamborghini no sería demasiado llamativo? ¿Qué tal un Ferrari? No, tengo que comprar ambos, además un deportivo y que tal un todoterreno suv, para diferentes ocasiones".

Luo Rui miró sus párpados hinchados y sus pesadas ojeras, apenas se forzaba para mostrarle una sonrisa: "Estoy de acuerdo, me parece bien, compra lo que quieras".

"Sí, qué debería comprar". Wen Xiaohui se rió: "¿Crees que me lo he ganado? ¿Quién ha tenido una tarifa de ruptura más alta que la mía? De repente me siento bendecido, no me siento mal en absoluto, con este dinero puedo contratar a diez modelos masculinos y uno diferente para cada día, o sea, ¿quién es Luo Yi?"

"Sepárame  uno o dos para mi".

"¡Hecho!" Wen Xiaohui se echó a reír.

Luo Rui sonrió y le acarició el pelo.

MALDITA HERENCIA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora