CAPÍTULO 103: "AÑORANZA ..."

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Luo Yi no parecía tener prisa por regresar a la capital, sino que se quedó en la casa que Wen Xiaohui había alquilado.

Su rutina era la misma que antes, levantarse a las seis de la mañana, hacer ejercicio durante cuarenta minutos o una hora, tomar una ducha al regresar, preparar el desayuno y despertar a Wen Xiaohui, todo fríamente calculado como si fuera un robot. Wen Xiaohui había pensado desde un inicio que un hombre con este nivel de autodisciplina y extraordinaria inteligencia no había nada que no fuera capaz de hacer, obviamente los resultados lo corfiman.

En este día, Wen Xiaohui estaba sentado inmóvil frente a su computador jugando con los auriculares puestos, cuando alguien de repente se los quitó.

Wen Xiaohui ni siquiera miró hacia atrás, simplemente dejó caer sus manos fuera del teclado y el ratón.

Luo Yi dijo suavemente: "Si juegas tanto tiempo cada día, tus ojos no podrán soportarlo".

Wen Xiaohui no dijo nada, se limitó a mirar la pantalla con aire de asesino. Este juego realmente no era muy divertido, pero le permitió escapar por un momento de una casa que olía a Luo Yi por todas partes.

Luo Yi dijo: "Luo Rui te llama".

Wen Xiaohui se echó hacia atrás y vio que Luo Yi tenía su teléfono en la mano, lo cogió, respiró profundamente y se lo puso en la oreja: "¿Aló?"

Se produjo un silencio al otro lado del teléfono.

"¿Luo ... Rui?" La voz de Wen Xiaohui no pudo evitar ahogarse. 

Luo Rui respiró profundamente y dijo con un estremecimiento: "No importa, pase lo que pase, no debes apagar el teléfono".

Wen Xiaohui parpadeó con sus pestañas húmedas y susurró: "¿Le avisaste a mi madre?"

"Bueno, la tía dijo que iba a volver y no pude detenerla".

Wen Xiaohui cerró los ojos: "Iré a verla".

"Xiaohui ......" La voz de Luo Rui estaba llena de impotencia.

En este momento, ninguno de los dos sabía qué decir, especialmente a través de la llamada telefónica de Luo Yi, esa sensación de haber hecho un gran esfuerzo para terminar en vano era extraordinariamente triste.

Wen Xiaohui se mordió el labio inferior y dijo con toda la calma posible: "Estoy bien, eso es todo, nos vemos".

Tras colgar el teléfono, Luo Yi le presionó el hombro: "¿No quieres hablar un rato? Mi propio teléfono no está monitoreado".

Incluso sin vigilancia, siempre sintió que cada palabra no podía escapar de los oídos de Luo Yi. Wen Xiaohui dejó el teléfono sobre la mesa, se levantó y abandonó su silla, con la intención de subir a dormir.

Acababa de dar dos pasos cuando Luo Yi le pasó los largos brazos por la cintura y lo abrazó, frotando suavemente su barbilla contra la parte superior de su cabeza y diciéndole suavemente: "¿Vas a continuar así, hmm? ¿Fingir que no existo?"

Wen Xiaohui sintió un escalofrío, sabía que estaba ofendiendo constantemente a Luo Yi, la paciencia de Luo Yi era como un globo apolillado, que se quedaba sin aire poco a poco, pero sólo quería protegerse para sentirse seguro.

Luo Yi ahuecó la barbilla y levantó la cabeza, dando un ligero sorbo a sus labios: "No es bueno estar encerrado en casa todo el día, salgamos a dar un paseo".

"No quiero ir".

"Ven". Luo Yi le frotó el pelo: "Vamos a tu estudio, y de paso me cortas el pelo".

MALDITA HERENCIA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora