Prσmєѕαѕ dєl Dєѕtinσ || Chat Noir/Adrien × Lectora

❦La Titiritera 2❦

Sonreí mientras admiraba a mi rubio favorito y a Plagg tocar un dueto en el piano, Adrien tocaba con alegría y tenía una sonrisa en el rostro mientras Plagg bailaba sobre las teclas, ¿Quién diría que el kwami de la destrucción podría producir melodías tan agradables?

Tomé una de las uvas del tazón que estaban sobre el piano, Aria por otro lado, estaba dentro del tazón comiéndolas con una sonrisa risueña mientras apreciaba la buena música que nos brindaban mi novio y su kwami.

Pero, la música se vio interrumpida por unos golpes en la puerta, Plagg se escondió inmediatamente dentro del piano junto a Aria, mientras yo iba detrás del sofá, ¿Por qué me escondo? A Adrien no le suelen dar permiso de traer visitas, así que siempre que lo visto, entro a escondidas con ayuda de su guardaespaldas, como siempre.

Oí pasos de tacón—¿Estás listo, Adrien?—preguntó Nathalie entrando a su habitación.

—¿Listo para qué? No recuerdo tener sesión de fotos hoy—oí hablar a Adrien en tono dudoso.

—Para tu reunión en el museo de cera, deben crear otra estatua tuya ¿Lo olvidaste?—cuestionó con leve sorpresa, Adrien suele ser muy organizado.

—O-oh, eso tardará mucho—su tono de voz sonó decaído—¿Puedo traer a dos amigo?—preguntó refiriéndose a mí y a Nino, Nathalie lo pensó un poco, pero finalmente accedió.

Oí que Adrien hablaba con Nino por teléfono, pero luego él invitó a Alya, Alya invitó a Marinette y Marinette llevará a Manon puesto que está de niñera.

—¿Cinco están bien?—preguntó algo avergonzado, pues al principio pidió la presencia de dos y ahora serán cinco—En realidad, serían cuatro y medio—bromeó, pues Manon es una niña.

Nathalie suspiró—Veré qué puedo hacer, baja junto a la señorita T/A en diez minutos—pidió, me quedé helada al oír mi apellido—Señorita T/A, no es necesario esconderse tras el sofá—habló, yo me asomé algo temerosa por este y reí por la nervios mirando a Adrien, quien estaba igual de impactado que yo—Los espero abajo—se despidió saliendo de la habitación.

—¿En qué momento se dio cuenta?—preguntó Adrien sin comprender, habíamos sido muy discretos.

—Más bien, ¿Desde cuándo lo sabe?—corregí, tal vez lo sabía desde hace mucho y nosotros creyendo que lográbamos burlarlos.

Plagg y Aria asomaron sus cabeza por el piano—Uy, de seguro es como esas personas con poderes que aparecen en la caja mágica—opinó Aria con emoción—Ya sabes, de los que pueden ver a través de las cosas—se explicó.

El kwami de ojos verdes la miró incrédulo—Se llama televisión—corrigió, a Aria aún le costaba aprenderse los nombre de algunos aparatos tecnológicos.

—Caja mágica, televisión, ¿Cuál es la diferencia?—opinó ella sumergiéndose de vuelta en el tazón con uvas. 

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No pasó ni un minuto desde que recogimos a Alya, Nino, Marinette y a Manon cuando comencé a sentirme incómoda, todos íbamos atrás y Adrien en el asiento de copiloto, Nino al lado de la ventana, Alya a su lado, Marinette cargando a Manon, y yo al lado de la otra ventana.

Estábamos pegados, eso implicaba que podía escuchar muy bien el como Alya el susurraba a Nino un plan para dejar a Marinette y a Adrien solos; pero claro que Marinette no escuchaba, estaba muy ocupada admirando a Adrien a través del espejo retrovisor.

Yo no era la única incómoda, Nino también se mostraba así, no sabía qué hacer, no le había dicho que Adrien y yo estamos saliendo.

Esto no puede ser más incómodo.