ISSUES (Tokyo Revengers One Shots)

🔺 Love Me MoreㅣImaushi Wakasa (pt.2)ㅣ🔺

-Lovememore, Dosii-

••SEGUNDA PARTE DE MILLENIA••

—Gracias, vuelva pronto.-el lugar se quedó vacío. Era difícil conseguir un trabajo recién salida de prisión, principalmente siendo mujer, las personas se volvían un poco prejuiciosas en varios aspectos.

Suspiré de nuevo y comencé a limpiar la tienda, era de música, pequeña y lejos del centro de Minato. Escuché la campanilla sonar.—Ya hemos cerrado, tendré que pedirl...-

Me topé con dos pares de ojos amables, sonreí un poco al verlos entrar.—¿Por qué trabajas en este lugar tan horrible teniéndonos?.-la cara de Rindou se contrajo en incomodidad.

Me acerqué a mirarlos más de cerca, Ran fue el primero en envolverme entre sus brazos.—¿Cómo supieron que estaba aquí?.-pregunté mientras cerraba la caja. Mi jefe era un tipo obeso que nunca venía, probablemente por eso no le importaba quien era yo, solo lo que trabajaba.

—Siempre lo hemos sabido, durante todo este año que llevas evitando vernos.-la voz de Rin, era reprochante, me encogí incómoda.—Perdón, yo solo...necesitaba adaptarme.-susurré mirando a ambos.

Mis hermanitos ya no eran pequeños, ahora tenían veinte años, lo cuál me confundía.—Sabemos eso, incluso que has estado huyendo de cualquier lugar que involucre a cierto sujeto.-Ran me miró amablemente, tratando de comprender mis decisiones.

Yo seguía amando a Wakasa con toda el alma, pero la distancia que creció estos años, no se recuperaría y Waka, debía seguir su vida, me debía convencer de eso pues no quería dañarlo una vez más.—Por cierto...¿Con el permiso de quién se tatuaron? Yo era su tutora legal.-

Intenté cambiar de tema, ambos se miraron entre sí y sonrieron.—Es lo divertido de hacerlo, romper las reglas.-Ran sonreía y por supuesto Rindou igual. Mis hermanos, mi todo.—¿Podemos comer los tres?.-el menor de los gemelos me miró nervioso.

Sonreí ante la idea.—Claro, ¿Qué quieren?.-pregunté y sonrieron.—Comer en tu departamento.-dijeron al unísono, sabía que si mis hermanos aparecían, algo así sucedería.—Habrá que ir al supermercado...¿Tienen ganas de algo específico?.-mientras Rindou se perdía en el pasillo de dulces, Ran se acercó a mí.

—No sé si te interesa pero...Wakasa está realmente mal.-me quedé quieta mirándolo de reojo.—Brahman es la pandilla a la que pertenece, sin embargo parecen más un grupo Yakuza que pandilleros...¿No crees que es mejor hablar con él de nuevo?.-

—Gracias, Ran...Pero, Waka está eligiendo el camino que cree...

—¿Eso crees?.-la voz de Rindou llegó a nosotros, sus ojos eran acusadores.—Yo...tengo miedo de haberle causado tanto daño, pude verlo en sus ojos, esa oscuridad en él, que lo dominaba cuándo lo conocí la primera vez...-

Me abracé un poco, para calmar mis propios nervios.—En dos semanas, será la pelea de las tres Deidades...intenta hablar con Wakasa y aclarar tu terca cabeza.-

Asentí incómoda, pero ambos no volvieron a tocar el tema, incluso durante la cena en mi casa, se volvió a sentir como en ese entonces. Realmente el problema era yo, con mis miedos e inseguridades.

No hubo noche dentro de esa celda donde no tuviera las mismas pesadillas, Waka no era el único sucumbiendo al dolor y la tristeza, me asfixiaba y presionaba mis pulmones de una forma dolorosa.