ISSUES (Tokyo Revengers One Shots)

🔺 You Calling My Name.ㅣKokonoi x Inuiㅣ🔺

••••SEGUNDA PARTE DE BEDLESS••••

-You Calling My Name, GOT7-

—Si vas a tener esa cara, ¿Por qué no lo buscas?.-la voz grave de Mikey atrajo mi atención, desvié mis ojos de los papeles que leía, me dolían los ojos por mantenerlos fijos tanto tiempo.

Parpadeé un poco y volví a mirarlo.—No se a que se refiere, jefe.-dije fingiendo una sonrisa juguetona, el negó y se dió la vuelta.—Al final solo ti te haces daño.-dijo dejándome solo.

Mikey tenía razón en algo, solo yo me estaba haciendo daño, lo sabía perfectamente. Tuve a Seishu en mis manos y se escurrió entre esas mismas, ¿Por qué tuvo que ocultarme algo así?

Además, ¿Qué intentaba decirme aquella tarde? Me enfureció tanto el verlo con una de los Shiba y ese niño. Pensándolo bien, si era exactamente igual a Seishu. Sus mejillas rojizas, ese cabello rubio y ojos esmeralda, ¿Cómo un niño podía verse así de parecido?

Suspiré una vez más.—Ah, nuestro Koko está enamorado.-dijo Ran, lo miré molesto.—Una palabra más y me aseguraré de cancelar cada cuenta bancaria.-dije apuntándolos con un dedo, pues Rindou intentaba no reírse.

—Sabes que si reaccionas a sus provocaciones solo afirmas las cosas, Kokonoi.-dijo Takeomi y me recargué en el respaldo de la silla, entrecerrando los ojos, sentía que mi cabeza iba a explotar, ¿Por qué me sentía tan ansioso?.

—¿Alguien sabe dónde está Sanzu?.-preguntó Mochi.—Lo envié a Saitama, había un problema con los permisos de fármacos y el era encargado de esa zona.-dije mirando la carpeta, teníamos mucho trabajo desde que el mercado negro chino nos contactó, habíamos peleado por años, ¿Por qué ahora?.

—El siguiente mes, Koko y yo viajaremos a Pekín, el distribuidor de armas quiere cerrar unos puntos en persona.-dijo Mikey, asentí sin pensarlo. La junta de personal pasó sin contratiempos, me dirigí a mi habitación para buscar descansar.

Pero como cada noche, las cuatro paredes de mi habitación me asfixiaban desde que Inupi se había marchado nada se sentía igual. El mismo dijo sus sentimientos en este lugar, nos entregamos por primera y muchas veces más.

Si hacía memoria, el había intentado en múltiples ocasiones decirme algo.—El bastardo soy yo, lo sé...-susurré fastidiado, nada en el mundo me satisfacía como un buen trago rodeado de hombres atractivos.

—Kei.-dije por el intercomunicador.—¿Señor?.-respondió en segundos.—Prepara el auto, iremos a Omotesando.-dije y recibí una afirmación silenciosa, me coloqué un traje de color esmeralda, mi cabello pronto necesitaría un retoque, ¿O debería dejarlo negro de nuevo? Inupi jamás dijo que preferencias tenía.

—¿Y por qué pienso en él justo ahora?.-me pregunté recargando mi mejilla contra el frío cristal, quemaba pero era algo relajante, nunca había sobre pensado tanto como hasta ahora. El burdel de siempre, los mismos hombres de siempre, ¿Entonces porqué me repugnaba la idea de ser tocado por otro? Seishu seguía apareciendo en todos lados a dónde yo mirase, asqueroso.

Bajé del auto y comencé a caminar al interior del lugar, del techo colgaban delicadas arañas de cristal, además de que todo olía a incienso y levemente a lubricante y látex, un burdel siempre sería eso.—Señor Hajime, un placer tenerlo de vuelta...¿Desea que prepare a nuestros chicos?.-preguntó el dueño del lugar.

—Solo uno, el mejor que tengas, aperitivos y una botella de vino blanco.-dije caminando en silencio. Ahora que lo pensaba mejor, ¿En verdad quería algo así? Mikey dijo que debía llamarlo, ¿Tanto se me notaba que yo no encontraba un significado para las cosas?.