ISSUES (Tokyo Revengers One Shots)

🔺 Self-PortraitㅣArashi Keizoㅣ🔺

-Self-Portrait, SUHO-

Miré mis botas llenas de nieve, la cuál cubría en su totalidad a dónde quiera que mirase.—Es bonita, pero no tan agradable...-susurré mirando la entrada de mi casa llena de ella.

Se había desatado una tormenta como jamás antes vista, todo Kanto estaba llena de nieve.—Ojalá pase pronto...-susurré mirando el boleto en mi mesa de centro.

Habría una galería para el 31 de Diciembre en Shirogane, era de un artista anónimo pero pintaba con el alma, estaba segura. Me removí en mi sofá aferrando las cobijas afelpadas a mi alrededor.

Entonces algo fuera llamó mi atención. Una persona caminaba como si nada en medio de la nieve, su musculoso cuerpo resultaba a pesar de su gruesa cazadora, su rostro estaba relativamente encajado entre su bufanda.—¿Estará loco?.-susurré mirando alrededor.

Si se quedaba fuera, moriría por el clima tan helado. Mordí mi labio inferior y me sentí frustrada por los sentimientos encontrados de querer ayudarlo.—Si muero ahí afuera, lo atormentaré como fantasma.-dije colocándome mi abrigo y saliendo.

Corrí como pude entre la nieve.—¡Oye!.-grité y resbalé, cayendo de lleno en la nieve, mi cara se puso húmeda y fría.—¿Estás bien?.-preguntó repentinamente y miré furiosa en su dirección.—¿Tú qué crees?.-pregunté avergonzada y enojada.

Sin embargo, su rostro no cambió. Me quedé en silencio.—¿Que haces fuera con esta tormenta?.-pregunté y el suspiró.—Iba a casa.-dijo y miré alrededor, jamás lo había visto por la zona.—¿Con esta tormenta? Estás loco.-dije y me miró abriendo más los ojos.

Su piel era bronceada, una nariz amplia y cabello blanco.—Tú...¿Por qué estás fuera?.-preguntó y me sonrojé fuertemente.—No lo sé...-susurré presionando mis dedos en los bolsillos, ¿Por qué salí? No tenía ningún motivo, pero, el semblante de aquel chico se veía triste como el mío.

Noté que comenzó a girarse para marcharse y por impulso sostuve su manga.—No...¿Te gustaría tomar algo caliente antes de seguir? La estación queda algo lejos.-dije y el dudó.

Mirándome fijamente asintió. Su rostro era bastante inexpresivo, pero su mirada era cálida.—¿Cómo te llamas?.-preguntó mientras caminábamos a mi casa, la nieve se me metía en los ojos, picándome por fragmentos.—Fuyumi.-dije y el soltó una suave risa.

—¿Naciste en invierno?.-preguntó mirándome de reojo, asentí suavemente.—Keizo.-dijo y lo miré más detenidamente, sus ojos eran probablemente del mismo color que el cielo de verano, azul.—¿Te gusta el café?.-pregunté y el negó.—Prefiero el chocolate caliente.-dijo y sonreí levemente.

—¿Con malvaviscos?.-pregunté, el asintió sin parpadear.—Con malvaviscos.-repitió.

Después de esa pequeña presentación, por las noticias anunciaron que la tormenta duraría alrededor de tres días, recomendaban no salir de casa a menos que fuera necesario.—Debería irme.-dijo y negué sosteniendo su mano.

—Te vas a morir ahí afuera...-susurré y el me miró seriamente.—¿Y si resultase ser un asesino?.-preguntó firme y el tenía un punto.—Bueno, no creo que los asesinos elijan chocolate caliente con malvaviscos.-dije en respuesta, pero no rió.

Por lo que había notado, el no sonreía mucho, aún así, sus ojos resultaban cálidos y en contraste con su aspecto duro y tenebroso.—Dejarás de ser un extraño si me hablas de ti.-dije arropándome, el frío siempre me llegaba hasta lo más profundo de mis huesos.

El se volvió a sentar.—¿Qué quieres saber?.-preguntó girando su taza semi vacía.—Mmmm, ¿Qué edad tienes?.-pregunté aleatoriamente.—Veintisiete.-dijo y abrí los ojos sorprendida.—Todo el mundo piensa que me veo mayor, veo que tu también.-dijo y negué rápidamente.