ISSUES (Tokyo Revengers One Shots)

🔺 Tell Me What To DoㅣShiba Hakkaiㅣ🔺

-Tell Me What To Do, SHINee-

Miré por la ventana, pronto llegaría el verano, julio se volvía salvaje entre golpes de calor y lloviznas repentinas, me dejaban recuerdos un poco amargos, pero de los más felices que tuve en mucho tiempo.

—¿Le parecen bien en color ostión?.-la voz de la organizadora me trajo de vuelta, miré el par de telas que me ofrecía la mujer, odiaba los colores claros, con toda el alma.—Si, claro...¿Podría tener la lista de invitados? Quiero cerciorarme de que todos están en ella.-la mujer de pelo negro me entregó una carpeta.

—Estaré en mi habitación, bajaré cuándo llegue el diseñador, hasta entonces que nadie me moleste.-susurré pegando la carpeta a mi pecho. El sonido de mis pasos, se escuchaba levemente contra el suelo, de un color negro que me reflejaba, últimamente me sentía menos yo, ¿Así era planear una boda?.

Bueno, realmente no podía quejarme. Mizuta Kaito, era un gran empresario y multimillonario con solo veintisiete años había logrado hacerse de muchas empresas en Kanto, lo conocí mientras suplía un tiempo a la secretaria de papá, hace ocho años.

Suspiré de nuevo, miré la lista, reconocía muchos de los nombres ahí escritos, eran personas importantes, entonces mis ojos fueron a dar sobre un par de nombres.—¿Qué...?.-el solo mirar su nombre Shiba, me daba ansiedad, los recuerdos se mezclaban y yo no quería eso.

Me casaría en dos semanas, las cuáles pasaría sola en casa, la que sería nuestra casa con Kaito.—¿Desea que le prepare el automóvil, señorita?.-el chofer era un chico probablemente de mi edad, no lo había visto nunca por ahí.—¿Eres nuevo? Siento que te he visto antes.-susurré al verlo acomodar sus lentes.

—Si, ingresé apenas ayer...-lo miré de nuevo, ¿Por qué me parecía tan conocido?.—Como sea, quiero ir a Omotesando.-tomé mi celular y comencé a mirar mis mensajes y pendientes, Shirogane era un lugar para mujeres...perfectas. Amas de casa sumamente educadas, llenas de virtudes y sin fallos, yo era todo lo contrario a eso.

Pero, había pasado años refinando mi aspecto, para olvidar lo que había sido yo en algún momento, cuándo conocí a todos esos chicos...¿Qué sería de ellos?.—Llegamos.-la voz del conductor me llegó de golpe. Miré alrededor, estábamos en lo que parecía una casa de apuestas.

—¿A dónde me trajiste?.-pregunté tomando la puerta, estaba cerrada.—Usted es la prometida de Mizuta, ¿No?.-sentí que mi estómago daba un vuelco.—Eso todos los medios lo saben, ¿Qué hacemos aquí?.-pregunté mordaz, la puerta de mi lado se abrió—Boo.-mirar esos tatuajes en sus manos, solo me hicieron pensar en lo peor.

—¿Pensaste que tu hermano mayor no te encontraría?.-el solo ver a Shuji ahí, ya era lo suficientemente malo, suspiré y jalé la puerta, al salir, me topé con lo que ya temía.—¿Por qué no me sorprende que sigas siendo el perro de este cuatro ojos, her ma ni to?.-arrastré las palabras para molestar al rubio frente a mí.

—Tan cálida como siempre, Fuyumi.-su sonrisa fingida chocó con mi mueca, si podía odiar a alguien, era a ese chico.—¿Por qué estoy aquí?.-si no me fallaba la memoria, entonces el conductor era uno de los amigos de Hanagaki, Yamagishi.—¿Por qué no le preguntamos a tu noviecito?.-la mano de Shuji se pasó por mis hombros, me puse tensa.

Se suponía que el estaba de viaje en Suecia, ¿En qué problemas se había metido ahora?.—Kaito...¿Está aquí?.-pregunté al pasar por el vestíbulo, los tacones rechinaban al chocar con el mármol del suelo, subimos al elevador y Hanma se giró a verme.

—Que cruel, no recibí invitación para tu boda, ¿Papá se alegraría si me viera?.-el pelinegro realmente seguía siendo el mismo chico infantil.—No, mi boda será totalmente fuera de tus ligas, Shuji.-bromeé pero, realmente no me molestaría tener a mi hermano.