🔺 Millenia ㅣImaushi Wakasa ㅣ🔺

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-Millenia, Crown The Empire.-

—¡Solo aléjate de mí!... Simplemente, para por favor...-susurré aferrándome a la mesa. El error era mío, siempre lo había sido, por enamorarme de él, de terminar tan pronto comenzamos.

*Flashback*

—S-Soy Fuyumi...Antes de trasladarme aquí, viví en Miyagi, mucho gusto.-dije inclinándome, mi corazón palpitaba fuertemente y mis mejillas se tornaban rojizas.

«Odio esto...» pensé aterrada intentando controlar mi respiración, no me desagradaba vivir en otro lugar, tampoco mudarnos repentinamente, sabía que era necesario.

Pues mamá había sido despedida de su último empleo fijo y debíamos volver a vivir con la abuela en Minato, ella era de esas señoras ricas y estiradas, vivía en Roppongi, un barrio bastante exclusivo.

Era mi último año de preparatoria, mamá siempre decía que los 17 solo se vivían una vez, obviamente era algo metafórico, aún así, no comprendía a qué se refería. Pronto comenzaría a ver exámenes para la universidad, ese estrés consumista llenaría mi sistema.

—Whoa...tiene el cabello teñido, una delincuente.-escuché a alguien susurrar y respiré, tomé asiento en el fondo, me gustaba pasar desapercibida. Aunque para un japonés resultaba extraño, yo tenía el cabello rubio naturalmente.

Así como el de mamá y el hombre que tal vez fue nuestro padre, mamá nunca hablaba de él, pues nos había abandonado con el nacimiento de los gemelos, de esos ya hace diez años, yo era muy pequeña para comprender que significaba el abandono.—Bien, guarden silencio, la clase va a comenzar.-dijo el profesor y dejé de ser el centro de atención.

Mi atención se dirigió a un asiento vacío en el otro lado del aula, ¿Alguien se habría enfermado y por eso estaba vacío? Tal vez. Al terminar las clases, me dirigí al área de la biblioteca, prefería no entrar en contacto con nadie.

Pues la gente hacia preguntas y yo odiaba eso.—Quítate.-escuché a alguien decir. Me había quedado parada mirando a la nada, últimamente me pasaba mucho. Miré aterrada detrás mío y choqué con un par de ojos púrpura intenso.—¡Ah! L-Lo lamento...-dije haciéndome a un lado rápidamente.

Aquel chico rubio y de expresión cansada me pasó de largo y entro en la biblioteca, lo miré de reojo cuándo fue a las mesas del fondo, tomó asiento y se acomodó para dormir.—Ese tipo de nuevo...solo viene a dormir e importunar...-dijo la señorita de recepción.

—¿Quién es?.-pregunté mientras llenaba el formulario.—Solo un desecho de la sociedad...un pandillero.-dijo y mi piel se erizó. Era una época peligrosa, las pandillas de motociclistas abundaban en todos lados, pero había escuchado que en Kanto, específicamente Tokyo, estaba testa de ellas.

—Ya veo...-dije distraídamente, aunque el chico parecía realmente inofensivo, solo alguien de mal carácter preferí pasar el día entero ahí, hasta que fuera la hora de salida, los gemelos probablemente estarían en casa con la abuela.

La abuela y yo, realmente no teníamos buena relación. No es que yo hiciera algo mal, solo decía que no soportaba verme buscar mi propio futuro en vez de buscar un buen marido.—Que asco...-susurré mientras salía, fuí jalada de golpe y mi espalda chocó con la pared.

—¿Qué dijiste?.-una voz grave, ese chico me miraba furioso, me sonrojé por la cercanía, yo era varios centímetros más baja, mi rostro quedaba a la altura se su barbilla.—¿Qué?.-pregunté confundida y el chasqueó la lengua.

ISSUES (Tokyo Revengers One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora