🔺 Undisclosed DesiresㅣHanma Shujiㅣ🔺

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-Undisclosed Desires, Muse-

—Dame otro.-dije distraída acercando mi vaso vacío al bartender, lo miré mezclar las bebidas hasta darme una de color rosa pálido, apuré el líquido en mi garganta y sentí dulce y caliente.

Miré alrededor y entonces lo vi, la presa de la noche. Un hombre importante políticamente hablando, filántropo y amado por la gente de Ebisu, pero fanático de las niñas y de alguna mujer con aspecto similar. El tender me sonrió y me entregó discretamente un sobre del tamaño de una moneda.—¿Uno más?.-dijo antes de verme caminar a lo largo de la barra.

—Asegúrate de dejar la puerta entre abierta.-dije sonriendo altiva, el asintió y se alejó. El sonido de la música era tenue, la gente ahí, eran todos o en su mayoría peces gordos de diferentes mafias, países o distritos, realmente no importaba. Me aseguré de llamar la atención del sujeto mientras charlaba distraídamente con una mujer que fingía dulzura.

—Señorita, mi jefe quisiera tener un par de minutos con usted.-un tipo de traje me tomó del brazo y lo miré, sonreí dulcemente.—Claro, mientras llega mi acompañante.-dije en voz suave. Me acerqué a la mesa del político, me dio una sonrisa amable mostrando sus perfectos dientes blancos.—Qué belleza.-dijo levantándose y tomando mi mano.

«Asqueroso» pensé mientras sonreía fingiendo estar feliz, la mejor para el trabajo era yo, pues mi cuerpo extremadamente delgado y pequeño, además de mis rasgos infantiles eran la carnada perfecta.—¿Quién eres, dulzura?.-dijo jalándome de la mano para sentarme cerca suyo, su rodilla rozaba mi pierna que estaba descubierta por lo pequeño de mi vestido.—Oh, solo soy una acompañante.-dije.

Sus ojos brillaron salvajes.—¿Estás disponible?.-dijo acariciando distraídamente mi espalda baja, me aguanté las ganas de golpearlo.—Lo lamento pero, mi cita llegará pronto...-dije levantándome con la intención de irme, me detuvo firmemente.—¿Segura que no lo estás?.-dijo señalando un fajo de billetes sobre la mesa.—Me gustaría estar a solas contigo, pequeña.-dijo y sentí náuseas, pero el sujeto me había ahorrado el esfuerzo de tentarlo más.

Fingí pensarlo un poco y saqué mi celular de entré mis pechos, escribí rápidamente un mensaje y tiré al piso el móvil, rompiendolo con mi tacón.—Así nadie nos molestará.-dije con una sonrisa juguetona y él me miró más ansioso, hambriento. Tomó mi mano y fuimos a dónde uno podía estar a solas.

Sonidos obscenos salían de algunas de las puertas cerradas, busqué con la mirada la habitación indicada, vi una puerta entreabierta hasta el fondo.—Ahí hay una vacía.-dije sonríendole y jalando su mano, el estaba idiotizado mirando mi trasero que no se dió cuenta de lo extraño de la situación, puesto que una habitación vacía debía estar completamente abierta.

Pero vamos, un hombre excitado por una mujer con rasgos infantiles era todo menos inteligente si lo ponías lo que deseaba al frente. Entramos y cerré la puerta, intentó prender la luz pero lo detuve, tomé el mando para iluminar de rojo la habitación, creando sombras oscuras en algunos puntos, miré furtivamente alrededor mientras sacaba discretamente el sobre de mi pecho.

El hombre se sentó en el borde de la cama y me acerqué, coloqué mis manos alrededor de su hombro.—Me encanta tu rostro...tu cuerpo...-dijo hundiendo ligeramente su rostro en mis pechos, el escote del vestido le dió acceso total a ellos, eran pequeños y noté que esp lo excitaba.

Tomé lentamente un poco del polvo entre mis dedos y lancé lejos el empaque después de sellarlo, fingí un gemido «Agh odio esto» dije mentalmente pero el hombre no lo notó. Alejé un poco su rostro y deposité un beso en sus labios, sentí que su aliento y el mío chocaban calientes.

ISSUES (Tokyo Revengers One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora