Capitulo 5: La escuela es interesante.

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Después de la experiencia del centro comercial, Andrés había comenzado a juntarse más con las chicas. Comían juntos a la hora del receso y hacían equipo en las clases. Sin embargo, se separaban siempre en la hora de deportes, pues los chicos ocupaban las canchas de fútbol, mientras que las chicas preferían las de Voleibol. No había ninguna norma que le impidiera jugar con ellas, pero prefería el futbol por mucho.

Asmodeo se había portado extrañamente amable, abogando por incluirlo en sus equipos. Incluso lo había presentado a sus dos amigos, uno se llamaba Belial, era bastante robusto, usaba ropa negra y destacaba en cualquier deporte de contacto. Por otro lado, había una chica llamada Lilith, era rubia con ojos claros, muchos chicos la pretendían por su enorme belleza y su encantadora voz.

Dentro de la escuela, tenían una influencia bastante considerable. Ejerciendo un control en todos los estudiantes de una u otra forma. Belial podía intimidar a cualquiera para que les hicieran favores, Lilith era la chica más popular y tenía muchas influencias. Finalmente, Asmodeo era inigualable para convencer a los demás.

Andrés ignoraba la situación de este grupo, lo cual lo llevaría a tener problemas más adelante.

Resulta que un viernes sus amigas faltaron a la escuela, por lo que Andrés estuvo solo la mayor parte del día. Se había quedado para limpiar el salón junto con Gabriel, aquel alumno que había captado su atención el primer día. Este chico era bastante rápido al limpiar, por lo que acabó su parte mucho antes que Andrés, quien apenas había acabado de limpiar las ventanas. Nuestro protagonista se sentía avergonzado por ser tan lento y pensaba que se quedaría hasta muy tarde.

Sin embargo, (y para su sorpresa), Gabriel tomó un pañuelo y comenzó a limpiar los pizarrones.

- Gracias, perdona que te haga retrasarte tanto.

- Me sorprende que apenas lleves las ventanas ¿no has limpiado antes un salón de clases?

- No, en mi escuela no estaba ese sistema.

- ¿Al menos habrás hecho limpieza en casa?

Andrés no quería responder eso, pues casi no participaba en labores domésticas porque su mamá y su hermana lo consideraban "muy pequeño" (lo mimaban mucho)

- Supongo que eso es un No. Entonces haremos lo siguiente, te explicaré como hacer cada cosa y tú las terminarás.

Andrés ejecutaba las ordenes de la mejor forma que podía, sin embargo, en muchas se confundía y tenía que volver a empezar. Así estuvieron por una media hora hasta que finalmente acabaron.

- Cielos, fue bastante cansado, pero al final lo logramos. Perdona hacerte esperar tanto – explicó Andrés un poco apenado.

- Lo más importante es que aprendas a hacer las cosas por ti mismo. Al final sólo se necesita un poco de ayuda – repuso Gabriel orgulloso del trabajo.

- ¿Y cómo aprendiste tú?

- Haciéndolo, cuando no tienes a nadie que haga las cosas por ti, es cuando realmente maduras.

Andrés se sentía un poco mal respecto a ese término. Era el único niño de 10 años que conocía todavía mojaba los pantalones. Además, disfrutaba de jugar con muñecos e historietas ¿no era muy grande para esto también? Rápidamente cuestionó a Gabriel sobre eso.

- Te...Tengo un amigo de 10 años que todavía juega con muñecos. ¿Eso es muy infantil?

Gabriel se dio cuenta de lo evidente, que ese amigo era en realidad el propio "Andrés". Le pareció algo gracioso que fuera tan evidente, pero trató de seguirle el juego.

- Bueno, si tu "amigo" es capaz de tomar las riendas de su vida, entonces no hay ningún problema. Aquellos que huyen de sus responsabilidades, son los verdaderos inmaduros.

Andrés no quiso preguntar más, aunque sí se le hizo curioso que un chico 2 años mayor que él estuviera en su salón. Sea como fuere, sentía cierta admiración hacia Gabriel, como si fuera una especie de sabio que tenía respuestas a todo.

Cuando iba saliendo escucho un gran alboroto proveniente de uno de los pasillos, parecía un chico llorando. Andrés se acercó tímidamente, pero la sorpresa lo hizo llenar su pañal.

El pequeño secreto de AndrésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora