Pogo llamo a Horacio y le pidió que fuera a la casa de los Gambino, el de cresta extrañado fue encontrándose con Toni y Gustabo sentados en la mesa con cara de "tenemos que hablar", se sentó frente a ellos pensando en lo que querían hablar, Carlo no estaba ahí, así que no hablarían de una cita doble, eso estaba claro.
—¿Que sucede? ... -Horacio se preocupa- no puede ser ¿Que rompieron? Diganlo ya.
—No hemos roto nada.... que yo sepa -dijo Toni ahora dudoso de los movimientos de su hermano-. Pedí que viniera porque tenemos que hablar de algo realmente importante.
—¿De que se trata?
—Es sobre Pogo.
—¿Te hizo algo? ¿Gustabo no te tomaste las pastillas? ¿Lo has lastimado? -se levanta exaltado-.
—No me a hecho nada -siente como el pelinaranja le aprieta la mano por debajo de la mesa- pero ocurrió un pequeño accidente, por eso estoy yo como mediador.
—¿Mediador? ¿Que sucede? No entiendo.
—Él es Pogo, no Gustabo.
—¿¡Que!? -saca el arma y le apunta al antes mencionado-.
Pogo cierra los ojos con fuerza con la cabeza un poco gacha, se sentía sumamente diminuto, todas sus seguridades y alta autoestima se habían esfumado hace mucho, prácticamente desde que perdió la confianza del de cresta, solo le quedaba Gustabo... y ahora tenía a Toni, no quería que los separaran, por fin el Gambino le dió la oportunidad de cortejarlo, no quería perder ahora, pero todas sus iluciones eran prácticamente polvo cuando Horacio estaba cerca... le tenía miedo.
Horacio vio aquel movimiento como si de un niño de cinco años fuera a ser golpeado por su madre, bajo lentamente el arma notando como una lágrima bajaba por la mejilla del mayor, Pogo al notarlo paso su mano por su mejilla sorprendido del efecto que el de ojos bicolor tenía sobre él.
—Pogo... -Toni lo abraza y el contrario oculta la cabeza en su hombro, le susurra- tranquilo -mira a Horacio- no puede estar oculto por siempre, no es una personalidad, es una identidad, no es un monstruo, nadie mejor que tú debe saber en qué momento fue que comenzó su existencia y porqué -lo mira bajar la cabeza- ¿No crees que ya sufrió lo suficiente siendo marginado en una esquina de la mente de Gustabo? ¿Realmente a tí te gustaría que te hiciera a un lado y solo escucharás críticas de que esperan que mueras o desaparezcas? ¿Te has puesto a pensar en lo que siente? Él te dijo el porque de su actuar con el súper intendente, dime... ¿Enserio no tuviste ni el más mínimo deseo de matar a tú padre cuando volvió pretendiendo recuperar el tiempo perdido?
Horacio volvió a sentarse en la silla tras aquella avalancha de preguntas, no podía negar el que Pogo solo le importaba de una forma, en la que no existiera, sin embargo, gracias a él pudieron sobrevivir en las calles, los había sacado de varios apuros, y ahora comprendía el odio que Pogo le tenía a Conway, porque es exactamente lo que siente con su propio padre, quiere matarlo, actualmente sus deseos de sangre contra él son mínimos... pero no 0.
—¿Porque está Pogo aquí? ¿Que paso con Gustabo? -trato de sonar lo más relajado y tranquilo posible, pues seguía aturdido y destruido por las preguntas antes hechas-.
—Es que... -se aferra más al cuerpo de Toni- tenía miedo, Gustabo iba a tomarse las pastillas una vez más y... no sé de dónde saque la fuerza para salir, no quería ser apartado otra vez pero... por accidente lo encerré dónde él me encerraba a mi, no lo hice a propósito, lo juro, tomaba el doble de la dosis recetada.
—Eso pudo matarlo... -dijo en voz baja sorprendido, Gustabo nunca le comento que tomaba más pastillas de las que debía- dime ¿Tomo las pastillas antes de... eso?
—No, logré salir antes, pero no sé porque no responde.
Horacio suspiro y le tomo la mano sacándole un jadeo de sorpresa, pues el agarre no era agresivo, era suave y comprensivo, lentamente se separó de los brazos del italiano confiando en el de cresta.
—Es obvia la razón -aprieta un poco más su mano sin intenciones de herirlo, si no, de apoyarlo- si tomaba dosis dobles es porque eres una personalidad fuerte, eso lo sabían hasta los doctores, en cambio que con él es diferente, todo se junto para él, dando como resultado un profundo sueño del que ni tú puedes despertarlo.
—Entonces ¿Me creés? -lo mira a los ojos-.
—Si tuvieras alguna mala intención ya hubieras actuado, pero parece que Toni te tiene vuelto loco.
—Bueno... si... -mira de reojo al mencionado- es lindo, lo amo.
—Yo... te quiero -dijo Toni con una pequeña sonrisa-.
—Con eso me confirmó por ahora -sonrie y mira a Horacio- volveremos a intentar que Toni haga sus ejercicios.
—¿A si? ¿A qué se debe? Pensé que ya te habías rendido -mira a Toni-.
—Bueno, me dijeron que mis piernas estaban en perfecto estado, cosa que dudabamos mucho porque mis piernas no respondían, pensábamos que tú hermana había manipulado la información -mira a H asentir recordando aquello- resulta que Pogo siente que también mis piernas están en perfecto estado.
—Entonces ¿Si puedes? -H alza una ceja sin entender-.
—No, pero parece que es algo mental y no físico, si quiero caminar, pero una parte de mi no quiere, y no se porque -baja la mirada-.
—Es que ustedes tres son ciegos -dijo teniendo en cuenta a Gustabo y Pogo por separado- ¿No lo ven? -vio como los contrarios intercambiaban miradas- Toni no quiere caminar porque Gustabo no estaba a su lado, por eso es que su mente no le permite caminar, pero ahora que están juntos pueden volver a intentarlo, te faltaba tú otra mitad.
Se sorprende —¿Cómo puedes saberlo?
—Debo tener las cosas claras, soy el director del FBI... y estuve por muchos años tras un ruso ciego y sordo, tengo que simplificar las cosas. Bien, llamaré al hospital para separar algunos horarios para...
—De hecho -Pogo le interrumpe- no hace falta, lo haremos entre los dos aquí.
Sonríe —Si así lo quieres, así será tortolitos.
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//3RR0R// [Gustoni]
Fiksi PenggemarLos accidentes no existen, no se puede saber si lo que te a pasado a sido mala o buena suerte... Toni sufre de un accidente, por lo cual requerirá de cuidados especiales y Gustabo estará dispuesto a brindarle su ayuda. Gustabo x Toni Pogo x Toni Emp...