Solo

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Los días pasaban y Gustabo no podía evitar el visitar a su amado, no había día que faltará y a Carlo eso comenzaba a parecerle molesto, quería a su hermano, pero también le daban celos que ahora solo hablara del pelinaranjo, ahora solo los veía recostados en el césped felices mientras se daban mimos, con una vena saltando en su frente cerró las cortinas. Se sentía mal, nunca creyó llegar un sentimiento así, su hermano siempre estuvo a su lado en las buenas, en las malas y en las que se drogaban, siempre iban de la mano... y ahora su mano se sentía fría sin la calidez de la contraria.

—Celoso de mierda... -se dijo a si mismo asqueado-.

La puerta principal sonó llamando su atención del castaño, fue hasta ahí y abrió, se sorprendió al ver que se trataba de Horacio, pero suspiro cansado caminando a la sala, el de cresta extrañado entro cerrando y camino tras él.

—Están afuera en su burbuja de amor -se sienta de brazos cruzados mirando la televisión, la cual estaba apagada-.

—Eso lo se, los ví en las cámaras, lo que no se, es que es lo que te pasa, te vi raro, tenía el día libre así que vine para charlar un poco, si te apetece, claro.

Lo mira de reojo —¿Whisky?

—Claro.

Carlo sirve whisky para ambos y se sientan en el comedor, el francés se mantiene tranquilo y espectante, quiere estar fresco para poder entender al otro, mientras que el italiano toma de su bebida sintiéndose como la mierda misma aún que a ojos de otros no tenga verdaderas razones para sentirse de ese modo, se sentía como un niño estúpido.

—Tengo miedo... -admite rápidamente con la mirada en aquel líquido en el que se reflejaba- me voy a quedar solo, Toni va a dejarme tarde o temprano, no estaremos toda nuestras vidas en arresto domiciliario, él se irá lejos de mí y yo... no sé que haré sin él.

Horacio lo observa con cierto sentimiento de deja vu, ya a pasado por algo así, pero nunca pensó que el gran Carlo Gambino llegará a sentir algo como eso, pues parecía tener una facilidad impresionante para conseguir amigos y seguidores, pero lo que verdaderamente le importaba era Toni.

—Se lo dependiente que puedes llegar a ser de tu hermano, siento eso con Gustabo y no hay sangre que nos una, aún así nos amamos demaciado, se que tal vez no es comparable a lo tuyo con Toni, pues ustedes si son hermanos de verdad, pero somos hermanos... y el sentimiento de que pueda abandonarte nunca se va, siempre estará ese sentimiento de que se irá y te dejará en tú soledad, lo siento siempre, no porque Gustabo pueda encontrar el amor, si no, porque él está enfermo y me aterra perderlo por algo que no puede controlar si no toma sus pastillas, ya a pasado antes y realmente espero que no vuelva a pasar nunca más.

Lo mira sorprendido —No creí que Gustabo tuviera algo malo, siempre me pareció alegre y descontrolado, aún que no lo conozco mucho como para opinar.

—Si, es alguien alegre y de buen corazón, pero las voces en su cabeza borran todo rastro del chico que yo conozco, me da mucho miedo cuando eso pasa -acaricia una de sus cicatrices- por eso me aterra más que pierda su personalidad a que se vaya con alguien dejándome solo.

—¿Él te hizo eso? -dice mirandolo-.

—No él exactamente... -baja la mirada y le da un trago al whisky- alguien más...

—Lo siento -suspira y jala un poco de su cabellera- realmente tú situación es preocupante, lo mío es solo una tontería de un niño mimado.

—Claro que no -lo mira- cuando se trata de un hermano cualquier cosa que suponga un alejamiento puede ser tomado a mal, es entendible, se tiene un lazo tan fuerte que al separarse se siente tan...

—Vacío -completa la frase sirviéndose más whisky y beniendolo-. Estoy lejos de mí zona de confort, antes tenía todo lo que pedía y ahora... solo tengo a Toni, egoístamente creí que en el estado en el que estaba necesitaría mi ayuda por el resto de su vida pero... no siempre será así.

Por un segundo le picaron las palabras de la llamada de Gustabo sobre Pogo "Toni estaba mintiendo", a la vez las de Carlo "necesitar ayuda por el resto de su vida" será que...

—Supongo que debo soltarlo -siguió hablando- se ve muy enamorado de Gustabo.

—Quizás demaciado -dijo Horacio muy pensativo-.

Sus pensamientos se esfumaron al sentir como los labios del italiano chocaban contra los suyos de un modo muy suave y tranquilo, su shock duro poco correspondiendo del mismo modo, ambos se separaron lentamente con los corazones palpitando como un tambor.

—Lo siento, creo que me pase de la raya -Carlo vuelve a darle un trago a su vaso-.

—Tranquilo, no estuvo mal -sonrie levemente bebiendo el whisky-.

—Pero... estás con el ruso ¿No?

—No, él no quiere nada conmigo, por eso quise alejarme un poco de la sede y de la casa, el estará ahí -posa el vaso en su frente sintiendo la frialdad- quiero desconectar un poco de mi maldita rutina.

—Es una lastima, ya decía yo que el ruso era un gilipollas, pero no creí que llegaría al punto de no ver la belleza francesa que tiene frente a sus narices -se sonroja- digo... me es complicado pensar que alguien te rechace.

Tendría un leve sonrojo en las mejillas —Tienes razón -juega un poco con sus dedos- es una lastima que este bombón no quiera ser aceptado por el destinatario, tendré que volver con el remitente.

—Que pena... la paquetería está cerrada, no queremos que el bombón se desperdicie -le sirve más whisky- yo puedo comerlo, si me lo permites.

Su sonrojo aumentaría —Eres horrible ligando.

—Que curioso, porque Gustabo me dijo que ligabas tan mal como yo.

—Talvez, pero soy fantástico dando besos.

—Eso puedo juzgarlo yo.

Carlo se mordió el labio tomando a Horacio de la barbilla volviendo a unirse en un beso tan calmado como el anterior.

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¿Les apetece Carlacio? Si es así ¿Quien quieren que sea el activo? :v

//3RR0R// [Gustoni]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora