IV - Entrelazamientos**

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Se percató de que aquel penetrante aroma a orquídeas gracias a la brisa que la guió hasta su ventanilla, por la distancia se dio cuenta que esta provenía de su modesta propiedad y que era como si un enorme jardín hubiera florecido repentinamente alrededor de la choza haciendo que su corazón sucumbiera al pánico asumiendo lo peor. El motor de la camioneta rugió ante la demanda del español por avanzar más aprisa hundiendo el acelerador y dejando una estela de polvo tras él.

Su cabeza se enmarañaba con pensamientos de angustia y pesar por el malaventurado resultado, por lo que al llegar al final de la vereda aparcó el vehículo con urgencia para bajar y correr al umbral del lugar con el único deseo de estar junto a sus críos y salvaguardar el bienestar de su recién nacido omega; si esta era un escenario horrible como padre no podía concebir el tormento del menor.

Al intentar entrar se halló con la puerta bloqueada lo que indicaba que los mayores actuaron diligentemente pero que desgraciadamente algo falló en los preparativos para que la fragancia se escapará delatando su ubicación a potenciales intrusos, es por esto que solo le quedaba fiarse en que nadie estuviera en las cercanías.

Golpeó la puerta 3 veces con dureza para que los ocupantes lo atendieran, por suerte la voz al otro extremo se pronunció ágil al formular una pregunta aparentemente incoherente a lo que obtuvo una réplica sin sentido, esta fue el método que idearon para identificarse y proclamar que todo estaba bien, si la contestación era errónea quería decir que no confiaran aun siendo ellos advirtiendo que algo andaba mal.

El portal se abrió con precaución desvelando al de azul celeste con un semblante desencajado, no obstante España no le mostraría debilidad ya que él tenía que fungir como pilar en los panoramas difíciles; sin demora se adentro en la cabaña cerrando nuevamente. En un breve vistazo sitúo a Perú recostado en el sillón jadeando por el suplicio y estrujando fuertemente su pecho a lo que se aproximo para revisarlo, se hinco para quedar a su altura y le acarició la cara a la vez que media su temperatura la cual era ligeramente alta.

El bicolor entreabrió sus párpados por el delicado roce que sintió sonriendo al verlo de vuelta, el europeo le devolvió el gesto seguido de una expresión de confusión, algo le ocurría a los ojos de su niño, un extraño fulgor rojo escarlata los envolvió asemejándose 2 bellísimos rubíes... esa reacción era... que tontería, no era el momento para cuentos de hadas.

- Lo subire a su cuarto - se levantó para poder cargarlo en brazos y llevárselo, al ser un Alfa su fuerza era destacable por lo tanto el peruano le era ligero, al dirigirse a la segunda planta fue que consto que Chile y México no se encontraban, giró para observar con entera severidad al argentino, dado que al ser el mayor era el del mando en su ausencia - ¿Dónde están? -

El primogénito afligido desvío la vista al no poder darle una respuesta satisfactoria, la verdad que se suponía que ya deberían estar de regreso sin comprender cuáles podrían ser la razones de su tardanza, incluso pretendió salir en su búsqueda no obstante embargo las cosas se complicaron.

España se tenso y gruño hacia sus adentros debido a que por ahora el de gorrito era su máxima prioridad teniendo que cumplir primero con su deber de protector y ayudarlo, al terminar iría por ese par de revoltosos inconscientes que les encanta contrariar a su padre y las reglas, inclusive en estas circunstancias tan delicadas. Con un tono inflexible le ordenó a Argentina cerciorarse de sellar las posibles fugas pues el perfume logró dispersarse por alguna abertura, lo que él ignoraba que esa deficiencia ya estaba cubierta, esa maldita ventana abierta de la sala que olvidó cerrar fue suficiente para que el bálsamo se propagara de manera incontrolable.

Argentina quería pedirle a su viejo que lo dejará ir en busca de sus hermanos pero comprendió que ese aroma a flores que todavía permeaba en el ambiente aun los ponía en riesgo así que tendría que esperar un poco más, apretó lo puños por la impotencia de no poder hacer algo al respecto - Estoy al horno... - 

La esperanza de los tontos - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora