LA NIÑERA [TERMINADA]

31

— ¡¿Quién es?! –pregunté mientras me dirigía a la puerta.

—Por favor Emaline, debemos hablar.

Al abrir la puerta, noté que era mi madre, únicamente rodeé los ojos y me hice a un lado para que ella pudiese entrar, Lucía se había marchado luego de que yo me fuese con mi madre hasta la cocina; únicamente quería arrancarme los oídos cuando empezó a hablar.

—Sé que cometí demasiados errores en el pasado contigo, quiero arreglar todo lo sucedido; pedirte perdón no bastará para sanar las heridas del pasado.

—Sólo déjelo así, no quiero que siga creciendo este rencor hacía usted. Lo único que pido es que, me perdone, Lucía tenía razón. No puedo enojarme con usted ya que, me dió la vida y, apoyó en casi todo. 

—Lamento haber reaccionado de esa manera al encontrarte con Melanie, por cierto ¿Donde está?

—No tengo ni la más mínima idea, hace días que se fue y, no sé nada. Incluso intento comjniarme pero, es en vano, cómo si la tierra se la hubiera comido.

— ¿Aún la amas? –preguntó mi madre al notarme algo triste. — ¿Por qué no la buscas?

—Porque me siento algo insuficiente, amo demasiado a Melanie, no sé en qué momento me deje llevar por estos celos enfermizos; ella también me celaba por cosas insignificantes, aunque ella es mayor que yo, no tenía el derecho de comportarse así. ¡Llegó a manipularme!

—Calma, todo saldrá bien. Es cuestión de esperar y, dejar que el tiempo haga lo suyo, ten fe.

—La fe la perdí desde que ella se marchó, soy un desastre sin Melanie, extraño cuando peleaba conmigo por cosas insignificantes. Me hacía sentir especial, aunque era un amor tóxico, ella era mucho para mí; sigo esperándola, siento que algún día ella llegara por sorpresa, nos pediremos perdón y, terminarán los problemas como solemos resolver.

— ¿Sigues sintiendo lo mismo que antes?

—No, esta vez ya es más fuerte, mi amor y cariño por Melanie no tienen precio. Siento que ella es mi otra mitad, sus labios encajan perfectamente con los míos, cada que ella me abrazaba, era una calidez en mi alma, solo con ella podía sacar mi lado tierno y amable. Nos apoyamos en los momentos difíciles, sobretodo cuando estábamos estudiando.

—Algún día, ella llegara y tocará esa puerta. Sé que su amor es demasiado hermoso.

Hola, lo sé, algo corto pero... El tiempo me consume jajaja. En fin, trataré de actualizar.

–Rosario Tijeras✂️