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Me encontraba en un rincón del baño, llorando, sin poder parar, una chica la cual fácilmente podría ser una modelo o algo así entró al baño, al verme corrió hacía mi.

—Oh Dios mío. Estás hecha un desastre. ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?

—Mi ex... Casi me...

—Oh mierda... Ese bastardo, ven haré que mi acompañante te lleve a tu casa, vamos.

La chica amablemente me ayudó a levantarme y me llevó afuera, nos encontramos con señor mucho más mayor que la chica.

—Da... Alex —La chica tosió— Por favor ¿podemos ir a dejar a esta chica?, ha tenido un día duro —El hombre me miró.

—Claro bebé, llamaré a uno de mis choferes.

-•-

El chofer, el cual se llamaba Agapito —Vaya nombre— Fue muy amable conmigo y me mantuvo alejada de mis pensamientos durante todo el camino. Cuando llegamos a mi casa noté que había un auto estacionado que nunca había visto antes, pero no le tomé importancia.

—Gracias Agapito.

—No hay de que. Cuídate y se feliz.
Me despedí del chofer y entré a mi casa.

-•-

Eran las 10 de la noche y alguien estaba tocando el timbre. Se que no debería abrirle a nadie a esta hora pero tocaban tan desesperadamente que tal vez podría ser importante. Al abrir me encontré con dos hombres, uno me dio un rodillazo en el estómago y el otro me puso un paño en la boca, después de unos segundos todo se tornó negro.

LA NIÑERA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora