LA NIÑERA [TERMINADA]

11

Me desperté agitada  gracias a una pesadilla, miré a mi lado esperando ver a Melanie.

—Se ha ido.

Por alguna razón eso dolió, en la mesita de noche había una nota.

Salí a comprar desayuno, ya vuelvo.
Además, debo contarte algo muy
importante. Te quiero.

-•-

—Buenos días Melanie —Dije mientras entraba en la cocina, ella se encontraba poniendo algo en el horno— ¿Eso es lo que creo? —Dije emocionada.

—Sip, pastel para mi bella Emaline.

—Yay —Salté a sus brazos.

-•-

Después de un rato nos encontrábamos desayunando en el comedor.

—Melanie...

—¿Dime?

—En la nota... Dijiste que tenías que contarme algo...

—Sobre eso... —Me interrumpió— Es sobre Jack.

—¿Qué?

—Sé que no quieres escuchar nada sobre él pero esto es importante. Tu... Sabes que su padre tiene mucho dinero, ¿no?

—El... Nunca me habló de su familia.

—Bueno, el tampoco me habló de ellos hasta un tiempo después de habernos conocido. Su padre... Es peligroso. Tiene mucho dinero y haría lo que fuera por complacer a su hijo... Emaline, Jack realmente quería estar contigo... Me temo que tal vez te haga algo malo... Por favor, aunque sea trata de quedar bien con él y ten cuidado, no soportaría que te pasara algo malo... Yo... Sé que debería cuidarte pero mi madre enfermó... Estaré fuera por dos días, tu madre ya lo sabe, debo irme ahora... Por favor, cuídate.

Melanie me besó y se marchó. Llame a Jack.

—¿Podemos vernos? —Dije con voz temblorosa.

-•-

—¿Por qué me has llamado? —Dijo Jack al verme entrar en el bar.

—Vaya saludo... Jack... ¿Ya estás tomando? —Dije al notar una gran cantidad de vasos vacíos y un vaso con whiskey.

—Eso no te importa.

—Jack... Por favor, solo quiero arreglar las cosas... Terminar bien.

—Emaline. Estuvimos poco tiempo juntos, pero aún así te entregue mi corazón y amor... Y tu... Jugaste conmigo... Y me dejaste... Por esa zo-

—Jack... Yo... Estaba confundida...

—¡¿Confundida?! ¡Te acostaste conmigo más de dos veces! —La gente se nos había quedado mirando— ¡¿Y estabas confundida?! ¡Qué mierda Emaline, tu jugaste conmigo!

—Jack... Tomaste mucho... Por favor, cálmate.

—¡¿Que me calme?! ¡¿Cómo puedo calmarme si prácticamente te estuviste riendo de mi todo este tiempo?! Ya no importa... Señor —Se dirigió a quien se encontraba tras la barra en ese instante— Tráigame lo más fuerte.

—Jack... no deberías estar tomando tanto... Son recién las dos de la tarde y mañana hay clases.

—¿Acaso te importo?

—Si... Y mucho. No quiero terminar mal contigo. Lo siento.

—Como sea.

Pasó el tiempo, me quedé esperándole para llevarlo a su casa, había tomado demasiado. Después de media hora en la que prácticamente me había ignorado empezó a hablarme como si fuéramos viejos amigos, cosa que agradecí. Pasaron dos horas y seguíamos ahí.

—Jack... Debo ir al baño.

Fui al baño, la naturaleza llamaba, al entrar no había nadie. Hice mis necesidades y salí, mientras me lavaba las manos alguien entró y cerró la puerta, me giré y pude encontrarme con Jack, caminando hacia mi de una manera amenazante.

—Jack...

—Solo yo te puedo tener Emaline. —Bruscamente me agarró de la cintura y comenzó a besarme.

—Jack. Por favor. Para. —Él tomó mi mentón haciéndome daño y haciéndome incapaz de mover mi cabeza y siguió besando— Basta por favor, Me haces daño.

—Te haré mía de nuevo y verás de lo que te pierdes y vendrás rogando para que vuelva contigo —El chico comenzó a subir mi vestido y comenzó a acariciar mi zona con brusquedad.

—Jack. Por favor no —Dije, mis lagrimas comenzaron a brotar. Pero eso no lo detuvo— ¡Ayuda! ¡Ayuda por favor! —Grité con todas mis fuerzas.

—¡¿Qué crees que haces?!

—¡Ayuda! —Grité, mi voz sonaba débil. Jack paró y soltó mi mentón haciéndome más daño.

—No debiste haber hecho esto.