Jamás olvidaré esos ojos oscuros en aquél centro comercial... esos labios que para nada pensé que podrían acabar pegados a los míos...
—Luka!— me llama la atención Harry, mi mejor amigo, llevamos juntos desde infantil, es un tipo alto, con el pelo castaño para arriba con un piercing en la oreja derecha, a simple vista parece un malote, pero en realidad es un buen tipo
—Qué pasa tío— le saludo con un choque de manos que solemos hacer
—Acabo de ver que nos ha tocado en la misma clase, hay gente nueva, pero también muchas caras familiares—me dice mirando a la cancha de fútbol en la que estaban jugando los de segundo de la ESO
Nosotros ya éramos de segundo de Bachillerato, el de bellas artes para ser exactos. En muchas ocasiones he estado a punto de repetir el curso pero gracias a los exámenes de recuperación me ha podido salvar, este año voy a por todas. Todavía no sé qué quiero estudiar o qué hacer con mi vida, pero bueno, supongo que ya lo iré descubriendo.
—Hola chicos!— se acerca a nosotros Marta, una amiga que conocimos en tercero de la ESO y que a partir de ahí seguimos siendo amigos íntimos
Marta es una chica muy estudiosa, jamás se ha presentado a una recuperación y en el boletín de notas jamás ha llegado a tener un cinco, se conforma con el nueve pero no menos. Gracias a eso y a que es majísima y que se ofrece a ayudar a todos, que he podido aprobar las recuperaciones. Es una chica de altura media, rubia, con el pelo rizado y ojos azules.
—También te ha tocado en nuestra clase?— le pregunta Harry intrigado
Creo que estos dos se gustan, vamos no lo creo, lo afirmo
—Si!— le mira con sus ojos brillando como si fuera lo mejor que le hubiera pasado en la vida
—Toma ya, jamás separarán a este trio— digo yo emocionado de saber que al menos estoy con las personas que me han ayudado a lo largo de mi vida de una manera u otra.
Entramos a la clase que nos habían asignado y vaya que si habían caras familiares, estaba la mitad de la clase que estaban conmigo y con Harry en primero de la ESO, que recuerdos, nos pasábamos las clases con el móvil o tirando cosas. Y ahora todos preocupados por su futuro, intentando sacar lo mejor de ellos para dedicarse a cumplir sus metas, y yo estoy seguro de que lo conseguirán, porque puede que sean un desastre en clase, pero los cabrones sacaban notazas y sin hacerse chuletas.
—Eh chicos mirad quiénes son— dice Gerónimo, uno de los que estaban conmigo primero.
—No te puedo creer, Luka? Cabrón pensaba que ya habrías repetido por tercera vez— me dice feliz Héctor, el cabecilla de ese grupito, Héctor y yo nos sentábamos juntos en algunas clases, y no podéis imaginaros con qué rapidez se pasaban las clases.
—Serás capullo— le digo sonriendo y rascándole la cabeza con el puño.
Estábamos hablando y presentando a Marta al grupito cuando un profe de aproximadamente metro sesenta y ocho, de pelo blanco entra a la clase.
—Buenos días clase— dice dejando el maletín marrón que tenía sobre la mesa -Parece que hay buen ambiente en esta clase, eso es bueno, las clases se harán más amenas, me llamo Eugeni y seré vuestro tutor y profesor de filosofía- dice a la vez que escribe su nombre en la pizarra —Bueno, quién quiere presentarse el primero?
Después de un minuto de absoluto silencio se levantó Héctor.
—Bueno, pues yo soy Héctor para los que no me conocéis, tengo 17 años y estoy en bellas artes porque me parece una pasada, puede que no tenga muchas salidas, pero es mi pasión— aplaudimos todos mientras que se sienta Héctor en su silla otra vez.
—Muy bien Héctor, y tienes algún pasatiempos o un hobby o algo por el estilo?— le pregunta el profe de vuelta.
—Toco la guitarra eléctrica, y me gusta aprender idiomas, sé hablar english, français e italiano.
—Trés bien Héctor, quién será el siguiente?
—Me llamo Marta y tengo 16 años, tengo notazas para ir al bachillerato
científico y sacarme la carrera de medicina pero no es lo mío, y como ha dicho Héctor no tendrá muchas salidas, pero es mi pasión, en mi tiempo libre toco el piano y me gusta leer.—Me llamo Lisa y tengo 17 años, dibujo bien así que le quiero sacar provecho, soy skater.
—Me llamo Matías aunque estoy acostumbrado a que me llamen Mati, tengo 18 años, sí, he repetido un año por eso mismo estoy aquí, porque se me da bien dibujar graffitis, y por motivos legales yo no he dicho eso.
—Me llamo Pol, tengo 17 años, y me apasiona más que nada las esculturas, de hecho es lo que hago en mi tiempo libre con arcilla, mi padre trabaja en un taller de mecánica así que cuando puedo voy a la parte que no se usa y me pongo a hacer esculturas.
—Me llamo Roberto y tengo 16 años, estoy aquí por desobedecer a mis padre, al igual que Marta tengo notazas como para sacarme la carrera de medicina, pero eso no me apasiona para nada, en mi tiempo libre me gusta visitar galerías de arte y apreciar su belleza.
—Me llamo Anna, con dos enes por favor, tengo 16 años y estoy aquí porque mi madre es pintora y he crecido viendo su arte y quiero llegar a poder ser como ella o incluso mejor, en mi tiempo libre me gusta practicar dibujando en lienzos.
—Me llamo Veronica, me suelen llamar Ronni, tengo 16 años y soy una mezcla de Anna y Roberto, mis padres se han pasado la vida pintando y llevándome a galerías de arte y espero poder llegar a exponer alguna obra mía en una galería, en mi tiempo libre me gusta escuchar música, mis bandas favoritas son One Direction, 5 Seconds of Summer y The Beatles.
En medio de las presentaciones suena el timbre y corta a la siguiente persona que se iba a presentar.
—Bueno los que quedáis os presentáis mañana y ya os traéis un cuaderno y bolígrafos, adiós que paséis un buen día.
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No me gustan las etiquetas
רומנטיקהUna historia de amor, amistad y filosofía. A lo largo de la historia se podrá percibir tensión, miedo, tristeza, amor, alegría entre otros