Aquel martes por la tarde, cuando mi madre llegó a casa para hacer sus tareas semanales le pedí que me acompañara al centro. Le expliqué que me gustaría hacerle un regalo a Lisa y que necesitaba ayuda, porque poco entendía yo de regalos. Mi madre no tardó en sonreírme pícaramente, consiguiendo hacerme rodar los ojos con diversión. Nunca cambiaría.
Estuvo encantada de salir de compras conmigo y, a pesar de que no le dije nada de la situación en la que me encontraba con Lisa, mi madre supo que ocurría algo. No obstante, yo no le descubrí nada, me limité a decirle que quería agradecerle a Lisa todo lo que estaba haciendo por mí con el tema de la rehabilitación, y en parte era cierto. La otra parte sólo quería hacerle un regalo a Lisa porque sí, porque le apetecía.
Nos encontrábamos en el centro de la ciudad y yo iba escuchando atentamente las propuestas de mi madre para el regalo, pues desgraciadamente no tenía nada pensado, cuando de repente la vi a lo lejos. Tuve que parpadear varias veces para asegurarme de que era real, y durante un segundo me dio un vuelco el estómago. A unos cuantos metros de nosotras se encontraba Jisoo, mi ex mejor amiga, acompañada de una chica de cabello rubio y de piel pálida. Parecían muy entretenidas con la conversación que estaban manteniendo, pues la que había sido mi amiga no se percató de mi presencia hasta que estuvo a un metro de nosotras. Primero miró a mi madre y después sus ojos se posaron en mí con sorpresa. La chica que lo acompañaba se calló de repente al darse cuenta de la mirada que Jisoo me dedicaba, y comencé a inquietarme cuando ella también me miró.
–Hola, Jennie. Buenas tardes, señora Kim –nos saludó ella con una sonrisa algo forzada.
–Hola –musité en voz baja.
Mi madre, en cambio, se alegró a más no poder de volver a verla.
–Hola, Jisoo, ¿Cómo estás?
–Bien, gracias.
– ¿Y tus padres? Hace mucho que no hablo con ellos.
–Están bien, ajetreados con el trabajo, pero bien.
–Me alegro mucho, Jisoo. Jennie –me llamó, y después colocó su mano en mi hombro. –Voy a entrar en aquella tienda de muebles, que quiero echarle una ojeada a las cómodas, ¿de acuerdo? No tardaré.
Quise decirle que la acompañaría para así no tener que pasar más momentos incómodos con Jisoo, pero no me dejó ni abrir la boca, porque cuando iba a hacerlo, ya se había despedido de la chica y de mi antigua amiga y había cruzado la calle para "ir a echarle una ojeada a las cómodas."
Tragué saliva cuando me quedé sola, y después carraspeé, cohibida.
–Bueno... ¿Cómo te va todo? –rompió Jisoo el tenso silencio.
–Todo bien. ¿Y a ti?
–Muy bien, la verdad –entrelazó su mano con la de la chica que iba a su lado, consiguiendo que ésta se sonrojara y me dedicara una sonrisa tímida. –Ella es Roseanne Park, mi novia. Rosé, ella es Jennie, una vieja amiga.
–Me alegro de conocerte –me dijo ella en voz baja, y yo le sonreí y me limité a mover mi cabeza.
–Lo mismo digo.
Otro silencio incómodo volvió a envolvernos hasta que me decidí a hablar de nuevo.
–Intenté ponerme en contacto contigo –le expliqué a Jisoo, que me miró sorprendida.
– ¿De verdad?
–Sí. La semana pasada estuve a punto de enviarte un correo electrónico pero... no sabía qué decirte –sí que lo sabía, lo que no sabía era cómo hacerlo.
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𝑆𝑂 𝑆𝐻𝐸 𝐷𝐴𝑁𝐶𝐸𝑆 [Jenlisa - Adaptación]
FanfictionPorque verla bailar era su remedio y su esperanza. ⚠Esta historia no es mía, es solo una adaptación, todos lo créditos para la autora y creadora original⚠ 🔸️Autora: Romy92 💛Capítulos largos