Lisa no me contó nada, y yo no le di más importancia al tema. Lo que sí me dijo fue que los obreros ya habían terminado el trabajo en su casa y que todo el tema de la tubería y del techo ya estaba acabado. No obstante, no me hizo falta pedirle que se quedara, porque me dedicó una mirada llena de significado que comprendí a la primera: ella quería quedarse conmigo, y yo no iba a exigirle que se marchara. Ya éramos una pareja y vivíamos juntas, no había nada más de lo que hablar.
El martes por la mañana, en vez de ir a rehabilitación, Lisa se las arregló para conseguirme una cita con mi doctor. Hacía más de un año que no iba a hacerme ninguna revisión, y por eso en cuanto el doctor me vio me sermoneó como si fuese una niña pequeña. Había odiado desde siempre esas revisiones, pero sabía que eran necesarias para mí. No obstante, hacía un año, nada me había importado y mucho menos mi salud; por eso me había tomado tan a la ligera las recomendaciones de todo el mundo, incluidas las del médico.
–Me alegro de verte por aquí, Jennie, pero me habría alegrado más si hubieras venido cuando tocaba –me comentó cuando se sentó detrás de su escritorio.
–Ya... es que...
–Es una cabezota –le respondió Lisa por mí, y después me dedicó una sonrisa inocente. Yo me limité a mirarla con los ojos entrecerrados.
–Eso no es ninguna novedad para mí. Pero bueno, por lo que veo estás muy bien.
–Sí. Me encuentro estupendamente –admití.
–Eso está bien. ¿No tienes dolores?
–Los tengo, pero ya no me duele como antes.
– ¿Quieres decir que han disminuido? –esperó hasta que asentí en silencio. – ¿Y a qué crees que se debe eso?
–Pues... no sé. Sigo haciendo rehabilitación y tomándome las medicinas pertinentes, pero... –me rasqué la cabeza, sin saber qué decirle. –Lisa me ha ayudado mucho.
La susodicha sonrió ampliamente, satisfecha de mi respuesta. Pero era la pura verdad, y a esas alturas no le iba a mentir a mi médico.
–Perfecto. ¿Y crees que aún puedes mejorar más?
Aquella pregunta me dejó sin habla. No sabía qué responderle, por eso fue Lisa quien lo hizo:
–Para eso hemos venido, doctor –intervino ella. –No soy experta en el tema, pero desde hace un tiempo estoy trabajando en rehabilitación ayudando a mi madre, y creo que Jennie podría volver a caminar si se lo propusiera. Lo que sucede es que nos gustaría saber su opinión respecto al tema y si cree que es una posibilidad que debemos tener en cuenta o no.
El doctor suspiró, y acto seguido se levantó de su asiento sin decir nada. Abrió uno de los tantos archivadores que había en su consulta y sacó una carpeta llena de documentos y radiografías. A continuación regresó a su escritorio y volvió a sentarse, abriendo la carpeta después.
–Veamos –comenzó a pasar folios hasta que encontró el que al parecer buscaba, y empezó a leer en silencio. Cuando terminó clavó sus ojos en mí, consiguiendo ponerme nerviosa. –Jennie, lo que tú tienes es una lesión incompleta.
Fruncí el ceño, sin comprender. Entendía las dos palabras por separado, pero juntas no me daban buena espina.
–Ya... y eso... ¿Qué significa?
–En una lesión incompleta, la persona afectada puede tener algo de sensibilidad. Pero, concretamente, lo que tú tienes es una lesión torácica. Te lo mostraré para que lo entiendas –sujetó entre sus manos una de las tantas radiografías que había en la carpeta y la colocó delante de la lámpara, justo delante de mí para que pudiera verla bien. –Esta es tu médula espinal. Consta de diferentes segmentos, pero me centraré en explicarte lo esencial. A causa del accidente que sufriste hace cuatro años, algunos segmentos de tu médula espinal quedaron dañados, y por ese motivo quedaste parapléjica. Estos son los segmentos que se vieron afectados tras el golpe –me mostró la zona central y después la zona baja de mi médula espinal.
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𝑆𝑂 𝑆𝐻𝐸 𝐷𝐴𝑁𝐶𝐸𝑆 [Jenlisa - Adaptación]
FanficPorque verla bailar era su remedio y su esperanza. ⚠Esta historia no es mía, es solo una adaptación, todos lo créditos para la autora y creadora original⚠ 🔸️Autora: Romy92 💛Capítulos largos