La comida transcurrió entre conversaciones y bromas por parte de todos, y Chitthip consiguió ponerme colorada más de una vez explicándoles tanto a Lisa como a Marco algunas de las anécdotas que habíamos vivido juntas en rehabilitación. A pesar de todo, le tenía cariño a Chitthip, y más después de saber que era la madre de Lisa. Al final logré comprender a Marco, y descubrí que era un hombre muy bromista y al que le encantaba reír a pesar de su físico imponente. Durante el postre comenzó a contar chistes, algunos más subidos de tono que otros, consiguiendo hacerme reír a carcajadas ante el rostro avergonzado de Lisa que, a pesar de todo, también se reía.
Nos marchamos de allí sobre las cinco, y tanto Chitthip como Marco se despidieron de nosotras haciéndonos prometer que volveríamos pronto.
–Podríamos invitarles un día nosotras –se me ocurrió mientras Lisa conducía en dirección a nuestra casa.
–Sí, sería genial. Y también había pensado en invitar a mis padres y a los tuyos a la vez, para que así se vayan conociendo. ¿Es una locura?
Aquella idea me gustó y me hizo sonreír, pues me indicaba que Lisa quería que se conocieran por lo que pudiera ocurrir entre ambas en el futuro.
–Quizá, pero alguna vez tendrán que conocerse, ¿no? –me aventuré a responder, recibiendo un guiño por parte de Lisa.
– ¿Qué te ha parecido mi padre? –me preguntó al cabo de unos segundos.
–Al principio me ha dado miedo, sinceramente, pero luego me ha caído muy bien. Es muy simpático.
–Sí... Al principio siempre impone, pero cuando coge confianza es un trozo de pan. Y ya has visto que le encanta contar chistes.
Me eché a reír al recordar algunos de los que había contado mientras Lisa negaba lentamente con la cabeza. Cuando llegamos a casa, Lily nos recibió correteando a nuestro alrededor, frotándose por las piernas de Lisa y subiendo sobre mi regazo sin permiso. Aquella gata ya se había hecho un hueco en nuestra casa y también en nuestros corazones, pues la queríamos casi como si fuera nuestra hija y la mimábamos todo lo que podíamos.
Después de cenar, tanto Lisa como yo nos cambiamos de ropa y salimos de casa dispuestas a pasar un buen rato con nuestros amigos. Decidimos ir al local donde fuimos la última vez, y allí quedamos con todos. Al llegar nos encontramos con Jackson y Somi, que nos saludaron cariñosamente. Jackson me abrazó como si nos conociéramos de toda la vida, haciéndome sonreír. Nos informaron de que aquella noche Minnie y BamBam no nos acompañarían pues habían tenido que salir de la ciudad para asistir a una boda, así que estaríamos sólo nosotros seis. Jisoo y Rosé llegaron con diez minutos de retraso, y después de hacer las presentaciones pertinentes decidimos entrar al local. Lisa me había asegurado que nos marcharíamos en cuanto me notara un poco cansada, pues no quería que volviera a extenuarme como la última vez que salimos, y a mí no me apetecía despertarme con fiebre a la mañana siguiente.
Jackson no dejó de bromear con Rosé, que no paró de reírse en todo el rato junto con Jisoo con las ocurrencias del amigo de Lisa. Somi, en cambio, se mantenía más al margen a pesar de que también sonreía. Después de hacer nuestros pedidos me fijé en que Lisa miraba a Jisoo de forma extraña, por lo que fruncí el ceño.
– ¿Se lo dices tú o se lo digo yo? –le preguntó Lisa alzando la voz por encima de la música.
–No, lo haré yo –le respondió Jisoo sonriendo como una niña pequeña. –Jenn, tenemos que darte una noticia.
Todos los presentes permanecieron en silencio y mirándome expectantes. Sin embargo, y sin que me sorprendiera demasiado, la verdad, Jackson tuvo que hacer su aportación:
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𝑆𝑂 𝑆𝐻𝐸 𝐷𝐴𝑁𝐶𝐸𝑆 [Jenlisa - Adaptación]
FanfictionPorque verla bailar era su remedio y su esperanza. ⚠Esta historia no es mía, es solo una adaptación, todos lo créditos para la autora y creadora original⚠ 🔸️Autora: Romy92 💛Capítulos largos