INEFABLE [Yang Jungwon]

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"Los amigos de la ciudad me preguntaron si volviste, pero llorando di la espalda, no les pude decir nada"

El verdadero nosotros.

22 de abril del 2020.

Pov jojo.

¿Qué es el amor?, a mis diecisiete años tengo varios significados de ese sentimiento, por ejemplo el amor que jungwon y yo nos tenemos, ¿cómo lo podría describir?...mmm,  definitivamente es diría que es el "Amor loco" pero jungwon dice que es el "Amor consumado". Pero yo era realista y se que no era así, ese amor pocos lo alcanzaban e incluso si lo hacían era difícil mantenerlo, pero solo me dedicaba decir un pequeño "Sí" cada vez que me lo decía, aunque sabia que no era así.

Mi relación con jungwon podía verse linda, tierna y hasta pura, pero las apariencias son engañosas y lo mío con él era el claro ejemplo de ello. A pesar de que él es una persona tranquila que no le gusta los problemas, te podría armar uno si coqueteas conmigo, su inseguridad era algo con lo que vivía y luchaba para acabar con ella, pero no podía debido a que había sido tan minimizado por sus padres que recuperar su confianza se le era casi imposible.

Y yo...¿que hay de mí?, ¿también tengo la confianza hasta los suelos?, sí. Mamá se había encargado de decirme lo perfecta y perfecto que eran mis hermanos y el buen futuro que le esperaba a mi primas que poco a poco se me fue metiendo la idea de que yo a comparación de ellos y ellas no era nada.

[•••]

—¿Ahora por que discutieron? —me preguntó Irene.

—Ya consiguió un esposo para mi —le dije abriendo su refrigerador buscando algo de comer.

Irene era mi hermana mayor, pero mis padres sí la pudieron manipular y ahora estaba casada con un idiota, bueno no era tan idiota.

Ya había pasado una semana de la pelea con mamá y recién había venido a cada de mi hermana.

—Ouh...

—Sí, es espantoso lo sé —le contesté mientras sacaba el jugo de naranja.

—¿Qué harás?

La miré y me fijé que tenía un rasguño en su mejilla, así que me acerqué a ella.

—¿Qué es esto? —le pregunté queriendo agarrar su mejilla pero quito mi mano — ...golpeare a ese maldito.

—¿Qué?, no, no, No. —se acercó a mi y me agarró de los brazos —¿piensas que jeongin me golpeó?

Tal vez, no lo sé, nunca hay que fiarnos de nadie.