Capítulo 3

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14 de enero.

Hola otra vez diario,

Alistándome, solo pensaba en Joey Tempest en que, aunque pareciera mentira, tendría una cita con él; me miré frente al espejo y no dejé de sonreír.

Sonó el timbre y corrí a abrir la puerta...

Él me miró de arriba a abajo, me sonrió todo tierno y yo le sonreí con destellos...

_ ¡Guau! ¡Estás, estás muy bella! – me sentí ruborizar.

_ Gracias...

_... – se quedó embobado mirándome y yo volví a sonreírle.

_ ¿Te gustaría pasar?

_... Eh sí, claro que si

_ Jejeje ven, adelante

Joey entró a nuestra habitación y yo sin dejar de sonreír, él volteó a mirarme y me volvió a sonreír. De pronto sonó en la radio la canción "The flame" de Cheap Trick y ambos comenzamos a escucharla.

_ Me gusta esa canción

_ Si, es bonita

_ Me ha gustado desde los 15 años. – me miró fijamente.

_ Habla del amor, de que a pesar de donde estén, él la seguirá amando siempre – lo miré sin palabras y él tierno, volvió a sonreírme.

_ Es bello lo que dice. Con razón me gusta tanto – ambos nos sonreímos.

_ ¿Y ya estás lista?

_ Si, ya

_ Genial, entonces, vamos mi bella señorita

Me reí y le sonreí encantada. Él tierno, se perdió en mi perdura sonrisa.

Me llevé la mano a la boca en cuanto llegamos al acuario. Él sonrió, yo lo miré y él se perdió otra vez en mí.

_ Jejeje ¿Venimos entonces al acuario?

_ Jejeje si ¿No te gusta?

_ Claro que sí. Hace años que no venía a un lugar como este

_ ¡Súper! ¡Vamos entonces! – sin evitarlo, tomó mi mano y mi corazón latió todo alborotado.

El acuario era inmenso, tenía unas vistas privilegiadas por todos lados; podíamos ver incluso los peces por arriba de nosotros. Era sorprendente.

Miramos un pez espada y este se nos acercó, casi al vidrio, lo que nos causó risa. Nos miramos y nos sonreímos.

Hacía años que yo no visitaba el acuario. Aquel era muy diferente y enorme. Podíamos ver los peces por todos lados y yo me sorprendía más a cada instante.

Miré una enorme pecera allá en el último piso y quise ir a verla.

_ Vamos allá arriba Joey

_ ¿Segura? ¿No te marearás?

_ Por ningún motivo – le sonreí y él volvió a sonreírme.

Subimos hasta el último piso...

En cuanto salí del ascensor, mis ojos se asombraron al instante. Era como estar en otro mundo; en el mismo mundo acuático junto a los peces.

Se podían ver las estrellas arriba del mar, mientras que los peces nadaban tranquilamente y nosotros más que contentos, nos acercamos a mirarlos.

Afortunadamente, todos paseaban por nuestro lado de lo más normal, lo que tranquilizaba mucho a Joey, ya que así podíamos seguir de lo más bien con nuestra cita.

Vimos a unos caballitos de mar nadar tan tiernos y los dos los encontramos muy adorables.

_ Awww, me encantan los caballitos de mar

_ Son muy tiernos

_ Me encantaría poder tener uno – me sonrió.

_ Si quieres, puedo comprarte uno

_ Jajaja ya ¿En serio?

_ Si, verás que cuando salgamos de aquí, traeré uno

_ No Joey, no es necesario

_ Ay vamos. No será difícil, ya lo verás... - lo miré y volví a reírme, y él también se largó a reír.

Fuimos a otro piso, ahí vimos otros tipos de peces y algunos tiburones. No dejamos de sonreír y disfrutamos ese mágico momento.

_ Todo esto es tan bello y mágico

_ Qué bueno que te haya gustado

_ Gracias por haberme invitado, la he pasado muy bien, de verdad

_ Y yo. Me gusta tanto el que hayas aceptado a salir conmigo

_ Lo haría una y mil veces más

_ Niña mía

Me dijo sin evitarlo y yo quedé plasmada. El corazón se me aceleró.

Joey me sonrió, yo lo miré sin dejar de latirme fuerte y rápido el corazón; volvimos a sonreírnos y él acarició mi mejilla.

Paseábamos contentos por aquel acuario y él buscó algo en especial. Me miró.

_ ¿Quieres comer algo niña mía?

_ Si, no estaría mal

_ ¿Cómo que te gustaría? – le sonreí.

_ Hace días tengo ganas de comer una rica hamburguesa

_ ¡Perfecto! Unas hamburguesas serán entonces...

Frente a una enorme pecera, yacíamos comiendo nuestras sabrosas hamburguesas y refrescos. Estaban exquisitas; no podía dejar de comer la mía, me sentía entrar al paraíso y Joey me sonrió.

_ ¿Eres buena para este tipo de comida?

_ Ahora no mucho, pero tenía tantas ganas de comerme una de estas hamburguesas

_ Jajaja, ya veo. Yo la verdad no soy mucho de comer esta comida, pero esta hamburguesa está exquisita

_ ¡Jajaja!

Yo me detuve a mirar unos angelicales peces al frente. Joey me miró y vio a un costado, junto a la salida, lo que tanto había buscado y se acercó con disimulo.

Salimos del acuario y yo me sentí increíble. Había pasado un día muy agradable y lindo junto a él, pero a la vez sentí un poco de tristeza, porque no quería que aquel bello y perfecto día se acabará, puesto que pensé por un segundo que tal vez no nos volveríamos a ver y desanimada, me adelante un poco. Joey me miró y sonrió tierno.

_ María José

Me volteé al oír su suave voz llamarme y él me miró tierno. Tenía sus manos en su espalda y se me acercó.

_ ¿Recuerdas que te había dicho que cuando saliéramos del acuario, te compraría un caballito de mar? – le sonreí.

_ Si, lo recuerdo

_ Pues mira, aquí está...

Lo miré con sorpresa y sonreí al instante. No lo pude creer, era un tierno caballito de mar de peluche, de color celeste. Joey me lo había comprado.

Tenía el peluche con cariño en sus manos y me sonrió. Yo lo miré perdidamente y otra vez le sonreí.

_ ¿Te gusta?

_ Si, está precioso

_ Ten, es para ti

Me lo entregó con todo su cariño y yo lo quise al instante.

_ Es muy lindo Joey. Eres muy tierno, muchas gracias

Atesoré de inmediato aquel peluche y Joey me miró perdidamente.

<< Ojala que este sea el primero, de todos los peluches, que ya deseo regalarte mi bella María José >>

Sin evitarlo, lo abrasé con mucho cariño. Joey derretido frente a mi abrazo, sonrió tierno, y feliz, también me abrazó. Luego sin soltarnos, nos miramos y nos besamos.

Ese fue nuestro segundo beso, el segundo de muchos más...

&quot;Nuestro Diario de Amor&quot; { Joey Tempest }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora