Jimin tiene una particularidad. Desde que es pequeño, ha sido constante maltratado por sus compañeros.

Mucho se habla de que los bully's de hoy en día no son la mitad de salvajes que los de antes. Y ciertamente, a Jimin solo le habían pegado pocas veces. Pero nunca entendió exactamente por qué lo despreciaban tanto.

Luego, llegó la universidad. Había adelgazado, se tiñó el pelo de rosa, cambió su manera de vestir, pensó que la gente universitaria no sería tan idiota. Pero estaba equivocado, y las cosas se volvieron mucho peores. No quiso contarle detalles al ente de lo que le habían hecho, y de cómo se lo seguían recordando todos los días. Pero él se hizo una idea.

—¿Tienes algo en mente?—preguntó— porque puedo hacer varias cosas y estoy pensando en un plan que podría hacer en varias semanas. Ya sabes, para aprovechar, el mundo humano ha cambiado mucho.

—No tengo una idea muy clara, realmente. Pero hay un precio, ¿No?

—El precio por llamarme lo pagaste. El precio por lo que quieres... Es más complicado. Puedo pedirte cosas a cambio, claro, y si yo me quedo satisfecho con eso quedas libre, no tendríamos que enviarte al infierno de inmediato. Pero esas cosas se regresan, por decirlo de modo fácil. Podrías cargar con eso toda la vida. Claro, las vidas humanas son muy cortas, pero aún así.

—Siendo así, estoy perfectamente con eso. Estoy acostumbrado a tener el infierno aquí en la tierra.

—Bueno, wow—el ente rió— se nota que jamás has estado ahí.

De pronto, un rechinido detrás de Jimin llamó la atención de ambos.

—Mamá, Jimin tiene un hombre desnudo en su cuarto—le dijo Seokjin al teléfono.

Jimin se quedó petrificado, pero el ente entornó los ojos, y la pantalla del teléfono de Seokjin explotó en miles de pedacitos. Seokjin lanzó el teléfono al aire con una exclamación.

—¿Que demonios?

—Eso te pasa por chismoso—dijo Jimin.

—No, es que me tiene que pagar—Seokjin trato de recoger su teléfono del piso— maldita sea, ¿Cómo pasó esto? Ni siquiera está caliente.

Jimin volteó a ver al demonio, que le sonrió inocentemente. Seokjin se fue de la habitación y regresó con una escoba para limpiar el cristal del suelo.

—¿De qué hablas? ¿Qué te tiene que pagar?

—¿Qué es esto rojo?—preguntó.

—No tengo idea. ¿Qué te tiene que pagar?

—Apostamos por a quien le decías o quien te "descubría" primero. Gané.

—¿Qué cosa?

—Que te truena la reversa— Seokjin recogió la basura.

Jimin rió sin gracia.

—Yo tendría que apostar con mamá. Juraba que te ibas a quedar a "dormir" con tu amiguito hoy también— se burló, haciendo comillas con los dedos.

—Eso no...—Jin se quedó helado—Hoseok no...

El ente se aclaró la garganta.

—Él chico y yo tenemos que arreglar algo, entonces...

—Eres un desconocido, estás desnudo en mi casa, ¿Y te atreves a correrme para hacerle quien sabe que a mi hermanito? ¡Ni siquiera te has presentado?

—Que insolente eres— el demonio gruñó con expresión ofendida, el aire a su alrededor caldeandose.

—¿Insolente yo? Más te vale no ser mayor porque no te dejare acercarte.

Jimin entró un poco en pánico cuando sintió el calor abrasador que rodeaba al ente. Aún así, se atrevió a ponerle una mano en el hombro.

—De veras tenemos que hablar de algo. Más tarde te cuento, por favor hyung.

Jin frunció el ceño. Se veía realmente ofendido, pero rodó los ojos y salió de la habitación, cerrando la puerta tras de si.

—Espero que quieras vengarte de él por algo. Necesito un pretexto para pulverizarlo.

—Mejor dejalo en paz. Puede que no te hayas dado cuenta, pero él te ve como un humano normal. Si te planeas quedar por aquí por semanas, o te haces invisible o algo, o te comportas como un humano.

El ente lo observó con molestia, pero no contestó nada.

—Primero tienes que decirme tu nombre.

—Pff, no podrías ni pronunciarlo. No está hecho para gargantas humanas. Si te lo digo en hebreo vas a repetirlo muy feo y suena muy bonito como para dejarte que le hagas eso.

—Por Dios.

—Shhhh—el ente le tapó la boca con una mano enorme—no digas ese nombre.

Jimin fruncio el ceño y se aparto, pero el ente lo sujeto por la nuca y no lo dejo quitarse.

—Vamos a hacer esto, humano. Yo me las arreglo para parecer humano por esta noche. Mañana vendre y te acompañare a ese lugar que dijiste y tendremos un plan. Luego te dire que voy a pedirte.

Ángel caído [jjk x pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora