CAPÍTULO 1

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Alemania, Berlín del 2020

Xena Danilov Adler:

Estos últimos días no he tenido momentos de tranquilidad, en los cuales puedo relajarme, hacer lo que me gusta y así mismo tener momentos de chica.

Aun así no me quejo, estoy haciendo lo que más me gusta que sin duda a mi corta edad de 18 años lo he logrado ninguna persona y mucho menos una mujer ha podido.

A tan corta ser una agente en ascenso es decir agente de brigada. Ya llevo 3 meses en el cargo y como es distinto a ser un agente raso, me ha costado un poco el poder tener tiempos libres largos, pero con mi sacrificio, se que podré lograr grandes cosas y me a funcionado, puesto que soy la más joven en tener este cargo y aún más siendo la única mujer también el lograrlo.

Y si estoy orgullosa de decirlo cuando se debe, tampoco lo hago para presumir al contrario es para que me tomen como ejemplo de lucha y perseverancia. Así comencé a lograr mis objetivos pequeños o grandes.

Llevaré en alto y doy por hecho que ll haré, todos conocerán mi nombre Xena Danilov Adler 'Inteligencia Mortal' quien alcanzará a dominar su mente, donde el caos habita y pronto saldrá a destruir el mundo como tal. 

Desde muy joven he sido una persona que fue hecha para sobre salir, a los tres años podía habla correctamente y entendía los tres idiomas que en casa hablaban, a diferencia de mi hermana que apenas entendía el inglés.

A mis cuatro años podía tener una buena conversación con cualquiera de estos tres idiomas, a los cinco años ya podía tener una conversación mixta sin confundir los idiomas el cual era ruso por mi padre, el Alemán por mi madre y Inglés por habernos criado desde jóvenes en los Estados Unidos.

Aunque soy rusa de nacimiento, a los 8 meses de edad, me mudé junto a mi familia a Alemán por el trabajo de mis padres, fue por 1 año. Mis padres decidieron dejar sus trabajos y residimos en Estados Unidos puesto que es allí donde había nacido y crecido mi hermana mayor cuando era más joven. Y es allí que residí hasta los 7 años de edad, nos mudamos a China - Shanghái, por tres años en donde aprendí el chino mandarin, porque solo se comunicaban en su idioma. Y es allí donde comencé con el arte de las katanas, enseñadas por mi "ojīchan" por dos años, también aprendí el japonés por él y su pequeña familia japonesa que se estableció en china a principios de los 60, fueron mis mejores primeros años de niñez, antes de que abuelo Chik muriera y tuvimos volver a Rusia con la familia de mi padre.

A los doce ya no tenía con quien relacionarme, puesto sentía que no estaba unida a nadie, solo a mi familia cercana, hasta que conocí a un pequeño joven unos cuantos años o cinco años mayor que yo por dos años tal vez un poco más, el hablaba conmigo en Ruso, Alemán y un poco de japonés comingo, me sorprendió que hablara varios idioma, le pregunté  porque hablaba tantos idiomas, y me explicó que también viajaba de un lado a otro, como lo hice yo también con mi familia y eso me emocionó mucho <más de lo debido> me reprende mi mente.

Le enseñé más el idioma japonés y el a cambio me enseñó "según él" lo necesario del italiano, ya que allí nació y creció la gran parte de su niñez <Talvez esa fue su única verdad al hablar sobre él> sólo de recordar me quiero arrancar los pelos de la rabia, por a ver sido encañada por un pequeño mocoso.

Nuestro primer encuentro fue un poco extraño.

—Sei la ragazza più bella che abbia mai visto — me dijo apenas lo conocí.

DANILOVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora