CAPÍTULO 3

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Xena Danilov Adler:

Se acerca un poco a mi y siento que inhala cerca de mi cuello, pero rápidamente se acercarse a mi oído.  

- Estás borracha -susurra más en son de pregunta que de afirmación.

- Mmmh - es lo único que me sale, porque estoy tan excitada por la repentina proximidad de nuestros cuerpos.

- Mmmh, eres vaca o que -dice.

Con eso arruinó toda la excitación y todos mis pensamientos lujuriosos de golpe.

Trato de safarme de su agarre ante su burla, me jala y aprieta más a él hasta quedar rozar nuestros labios.

— No te muevas. —demanda, lo veo desviar la mirada detrás mío, trato de girar a ver lo que está viendo o a quien está viendo.

— Quieta —me agarra el cuello, y todo lo que puedo pensar es que tengo unas ganas de vomitar, <eso me pasa por no haber comido antes de ponerme a beber como vaca en feria> mierda lo que faltaba que yo también me esté llamando vaca.

— Que ya llego tu cita de hoy —me acercó a su cuello — Y quieres que no la vea, o ella no me vea a mi? —vuelve el agarre más fuerte en mi cuello, sin hacerme daño.

Al estar de frente se me ocurre una gran idea.

Me acerco a sus labios y lo beso, un beso intenso, muevo la boca pero no me deja entrar del todo.

Al ver esto y que no me lo devuelve trato de alejarme pero antes de que pueda hacerlo.

Me devuelve el beso, pero esta vez con un beso lujurioso y hambreado. Gimo por la excitación, y porque me acaba de agarrar el culo. <esta mierda se prendió> habla mi malvada conciencia.

Se separa de mí, nos vemos y vuelven las ganas de vomitar en vez de seguir con lo que tenemos aquí.

Me levanto de forma abrupta, para dirigirme al baño, antes de hacer el ridículo por no haber comido antes de beber tantos tequilas puros.

Antes de llegar a las escaleras, chocó con alguien, quiero decir con un semental, porque joder que músculos.

Seguro vuelve loca a todas las mujeres, a mi no porque mi mente está tan concentrada en otra cosa que tiene que ver con no dejar salir todo ahora en este preciso instante.

- Disculpa estaba distraída. -digo con mi voz entre cortada, rogando que no se me salga el vómito ahora.

No espero respuesta, ni lo volteo a ver el rostro del hombre, porque lo que más quiero es llegar a un baño, para poder vomitar y refrescarme, y lo necesito ahora.

Siento una mirada intensa y sofocante en mí, al bajar las escaleras. La ignoro, al girar desvanece dicha mirada.

Abro rápidamente la puerta del baño rápidamente, al ver el único baño desocupado entro y vacío todo lo que está mi estómago o quiero decir el trago.

Porque no comí antes de beber.

Esto me pasa porque perdí mi resistencia, ya que la última vez que tomé tequila, me emborraché, bueno para decir verdad estaba tan lúcida que hice lo que hice aquella noche y más por la adrenalina y mi ascenso, por haber regresado victorioso de la "misión 57" en Marruecos, y allí por 6 meses, fueron duros y traumáticos, y no pudimos encontrar ni una gota de alcohol, para relajarnos y poder afrontar lo que estábamos viviendo en esa maldita misión.

Pero lo bueno es que gracias a esa misión fui ascendida a Capitana de Base en Washington DC. Aunque perdimos a grandes soldados eso hizo que la humanidad no fuera destruida, ya que si lograban su cometido, iban a causar una maldita 3era guerra mundial.

DANILOVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora