Random [Actualizaciones Espóradicas]

Colmar la Paciencia [Regalo- Les Mis]

-----------

MUY FELIZ CUMPLEAÑOS PAJARITO!!! Hoy empiezas un nuevo trino que espero llegues a él pisando fuerte y este año, sea memorable por los buenos momentos que pases en él y cruzaré los dedos porque el mundo real siga siendo compatible con el virtual que en este, también se te añora y aun más, se te echa de menos cuando desapareces, pero por ahora, estás y eso, hay que celebrarlo!!!

De mi parte, aprovechando que este año si estuve a tiempo, este pequeño y delirante regalo porque si alguien en este fandom las merece eres tú y no es el momento pero gracias por compartir con el mundo tu desbordante imaginación para llevarlos a otros mundos y conservar sus esencias sin importar los escenarios y vestuarios que les impones, mientras te vas a explorar nuevos horizontes para no caer en la monotonía

Sigue así, vas por buen camino y en muchos sentidos, haciendo sendas para transitar varias de nosotras, que nuevas o antiguas las hemos explorado de tu mano en este fandom tan osado como para amoldarse a la época que fuera, e igual, estar dándo lidias como solo Les Amis pueden hacer.

Sigue creativa, sigue pajarito, toma descansos, bebe agüita y come bien, cuidate mucho y por sobretodo, sigue escritora, porque la cualidad para crear mundos las tienes al alcance de los dedos y ya, ahora el regalo que... si puedes, no te lo tomes tan enserio, está hecho solo por las risas

--------------

-BASTA LOS DOS, ESTO ES ABSURDO, SIEMPRE LO HA SIDO- les zanjó el silencio incómodo en que estaban desde hace minutos

Enjolras los había citado esa tarde en el café, por un asunto importante, pero mientras él intentaba en vano, hacer una ruta para entrar la pólvora que habían conseguido y llegaría desde Orleans en unas semanas, sus amigos, estaban más ocupados en evadirse, como para perder los estribos y hacerles frente a ambos de una buena vez por todas

-¿Pueden solo decirse que lo sienten y poder retomar el motivo real de esta reunión?- delató sin compasión alguna para sobresalto de ambos al verse expuestos ante el otro, pero impactarse del plural, como para mirarse escasos segundos y apartar la vista, para volver la atención a Enjolras- ahora lo saben, ustedes se gustan y he tenido que tolerarlos durante años y tendrían que haberlo solucionado hace mucho, no llegar a este punto, pero ¡Me harté!- renegó recogiendo sus cosas con prisa, esquivando los atentados que hizo Courfeyrac por retenerle para no quedarse solo con Combeferre que solo palidecía en su sitio- voy a ir por un café y al volver, ¡MÁS VALE HAYAN ENCONTRADO ALGUNA SOLUCIÓN!- les ordenó y haciendo una seña, le indicó a Luisa ir con él

Con prisa, la mesera se apresuró a alcanzarlo y juntos abandonaron la sala del Musain, siempre ella unos pasos tras él en absoluto silencio, tal como hizo Jehan, que se vio zanjado por Enjolras cuando venían y él recién estaba subiendo a la sala privada y ahora, marchaba al lado de Luisa tras los pasos de Enjolras, como para intercalar mirada con la mesera, que solo le subió los hombros

-¿Enjolras, ocurrió algo?- terminó por preguntar el poeta que no tuvo tiempo de saludar al encontrarlos en las escaleras

-Arriba hay asuntos que resolver, hoy, subimos solo cuando ya estemos todos- impuso el rubio y Jehan afirmó intimidado y se dejó guiar de regreso a la primera planta del café

Arriba, el silencio parecía personificar la presencia de Enjolras, como para estar viendo todavía el puesto vacío. Cada uno perdido en sus propios pensamientos, sin atreverse a hacerse frente o sacar a flote el tema que Enjolras dejó en el aire y esperaban se ahogara en el silencio, pero Courfeyrac todavía no perdonaba que hiciera eso

Enjolras le había prometido no decirlo, recordaba bien esas palabras, por eso le había contado y ahora, se encontraba expuesto y lo que era peor, solo... porque para colmo, le delataba y le abandonaba a su suerte y temiendo lo peor, el abogado se escondió en su mente, rebuscando en sus recuerdos, para no huir en cuerpo, pero sí en alma y exhaló cuando llegó al momento exacto en que el traidor de Enjolras juró en vano y ahí se iba a quedar.
Lo que fuera con tal de no afrontar lo que pudiera pasar