R de Ruina, E de Extinción [Les Mis]

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Apetese un poquito de dolor escrito hace mucho como para Enjolras fuera abogado todavía? No sé, no creo, pero lleva mucho tiempo escrito y siendo realistas, no lo veo tan lejano, es un destruye shipp, pero hay una alta posibilidad q esta relación sea algo así o incluso peor, porque nadie en su sano juicio le desearía a una persona inexperta en el amor, que tenga una relación con un alcóholico, así como nadie le desaría a una persona autodestructiva, meterse con alguien que tiene puñales por palabras

Pd. Esto eran 3 capitulos de una historia que nunca fue, porque Bastian, el Enjolras de esta historia, se negó rotundamente a continuarla y hasta el sol de hoy sigue sin perdonarme q no lo dejara irse, porq en esta vida si se puede ser rencoroso y desde entonces jamás dejarme escribir Enjoltaire si es con él, lo va a hacer

(Como dato curioso, esto surgió después de leer fics dónde se hacían mierda literalmente, entre ellos cristales rotos o trozos rotos de SNuur y oír en esa misma epoca dos himnos de este cap, "I hate everything about you" de Three Days Grace y "vivir sin ti no puedo" de Pimpinela. Youtube y sus convenientes recomendaciones musicales en pro de la trama! Y eso que fui piadosa porq esto iba a ser historia, pero pues Bastian se negó a vivirlo y si Julius me trunca tramas, Bastian directamente me cancela historias y a su orden las musas dejan de venir.)

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-¡VETE A LA MIERDA Y ESTA VEZ NO DEJES NADA!- le gritó Grantaire cuando Enjolras llegó a la puerta y alcanzó a abrir y sin siquiera girar a verlo se escuchó el azote de la puerta y la ausencia del otro- necesito un trago- juró el pintor al ver que efectivamente el gato seguía a su lado viéndoles desde el sofá- te ha dejado- comentó con ironía llenándose los bolsillos de dinero para irse del piso que intentaban sin éxito volver un hogar

Y mientras el pintor tomaba rumbo fijo al corinto, el abogado rondó las calles cerca al Musain aun renegando por la actitud del artista, la misma historia de siempre, un algo que se resumía a sus riñas desbocadas.

No volvería a saber de él hasta que se gastara la última moneda que le quedara o amigos que le invitaran y después, volverían a intentarlo, era absurdo, lo sabía pero siempre lo intentaban porque Grantaire era masoquista y él un soñador empedernido que insistía en que encontrarían la forma y las cosas cambiarían en algún momento

Exhaló y entró al café buscando a la única persona que quería oír, pero ahí no estaba así que siguió su rumbo hasta su antiguo piso y tal como si aún viviera ahí, abrió y al asomarse se encontró la mirada fija de Combeferre que exhaló sin sobresalto alguno al verle

-¿Qué fue esta vez?- preguntó el castaño al dejar al lado su libro y le sonrió con comprensión o resignación al verle entrar

-Ni siquiera lo sé- admitió cerrando tras él- para cuando me di cuenta, había salido de la casa con él gritándome que no deje algo en ella- explicó dejándose caer en el sofá con una mueca de inconformidad que podía permitirse por ser Ferre quien estaba

-Volverás- sentenció y le vio negar- volverás- le aseguró tranquilo y le escuchó exhalar sin saber que hacer- si no fuera a ser así, Robespierre estaría aquí y en la otra mano traerías una maleta- se explicó tan racional como siempre y pese a que intentó contradecirlo, no encontró palabras, solo le dio la razón y volvió la vista al techo- es extraño lo que pasa con ustedes dos- admitió yendo por café y té, entregándole el primero- en esos fugaces momentos en que están bien... podrían convencer al más escéptico que el amor es real, el problema es que, de 24 horas, se odian 20- juró y le vio tamborilear el borde de la taza sin ganas de beber- ¿lo vale?- indagó con calma bebiendo

-¡No!- respondió de inmediato en un arranque del enojo que aún tenía, dejando la taza a un lado, luego se arrepintió porque no era verdad- ¿si...?- planteó sin terminar de creerlo, exhaló frustrado hundiendo el rostro en sus manos- tal vez- susurró sin levantar el rostro- no lo sé- admitió dándose por vencido y Combeferre solo exhaló y bebió de nuevo antes de quitarse los lentes y esperar que Enjolras se calmara- ¿Qué hago? ¿Qué caso tiene volver si en pocos días volveré a irme o sino, él lo hará?, el resultado siempre es el mismo- renegó y su amigo le acercó de nuevo el café con esa expresión serena que dejaba ver que dentro de su mente se debatía todas las posibilidades

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