Por Culpa de Courfeyrac [Regalo de Cumpleaños- Les Mis]

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FLORA BONITA MÍA!!! FELIZ CUMPLEAÑOS!! Espero pases un gran día, yo contribuyo con mi parte chiquita (no, no tanto, siempre fue bastante largo) pero si a contrareloj, así que entiende esto como está recién escrito, sé piadosa si algún despiste se coló... espero este año supere con creces el anterior y celebres ahora que tú ya gozas de libertad coronal, hazlo por todos los que aun no podemos, pero con precauciones y todos los cuidados debidos ^-^ y como leve spoiler... ¿recuerdas el legendario armario? Pues no veo como lograrían meterles ahí sin que sospechen, pero otros lugares... sería más fácil y de ahí nació esto en exclusiva pa ti y pa tu musa q aproveche y celebre ella también

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¿Cómo ocurrió? Si le preguntaban a Enjolras, culparía a Courfeyrac, Grantaire igual, Jehan... Jehan intentaría no hacerlo, pero compartiría la idea, aunque secundaba la inminente necesidad de tener que intervenir y Courfeyrac, Courfeyrac culpaba al gato Robespierre y su inminente gusto por las cosas brillantes, pero como fuera, ahora mismo, estaban los cuatro sin saber qué hacer, al punto que cuando Combeferre llegó y supo lo ocurrido, concluyó lo mismo: fue culpa de Courfeyrac

¿Cuál fue su atroz crimen? Encerrar en la habitación de Enjolras a Grantaire y Enjolras, tras una riña que ya ni siquiera recordaba que la provocó. En lo que respecta al abogado, estuvo seguro que fue el mero hecho de ver llegar a Grantaire con Jehan, como para disgustarle a Enjolras su presencia y aportes a lo que ellos intentaban concretar con el literato.

Fue así como terminó exigiéndole a Grantaire que se fuera y evidentemente el pintor no lo hizo, es más, sonrió triunfante cuando poeta y abogado tampoco estuvieron de acuerdo en la expulsion del artista y ante la expresión de burla del azabache a ganar por mayoría, Enjolras directamente desistió de estar ahí, como para quitarse e ir a su habitación sin contar con el hecho de ser seguido por Grantaire, que ese día, al parecer se negaba a ser evadido

-Si quisieras escucharme, sabrías lo absurdo de todo esto y saldrían vivos con solo ahorrarse hacer y hasta conservarían algo de dinero que podrían invertir mejor y en cosas más útiles que estar haciendo... estupideces- juró Grantaire empujando la puerta de regreso cuando Enjolras intentó cerrarla para librarse del tintineo de su voz

-¿Por qué no solo te largas, Grantaire?- le echó Enjolras por lo que le parecía la décima vez esa noche- ve y ponte a salvo en tu maldita zona de confort y quédate ahí permitiendo que todo ocurra y todo les hagan, pero déjanos hacer a los que creemos que aún queda algo que hacer más allá de la resignación- replicó haciéndole frente por unos instantes

Y toda esa firmeza se diluyó de inmediato cuando vio a Grantaire entrar a su habitación y mentiría si Enjolras dijera que no sintió invadido su territorio, como para callarse por unos segundos en que colapsó de verle ahí, pero lo que sea que estuviera refutando Grantaire en ese momento, dejó de importar al alcanzar a ver esa sombra del otro lado, fuera de la habitación que tomó el pomo de la puerta y se cerró de golpe

-¡COURFEYRAC!- reclamó el rubio de inmediato logrando que Grantaire también girara y palideciera de golpe al verse encerrados- ¡abre esa maldita puerta!- le ordenó el zarco y del otro lado oyó la risa del abogado- esto es absurdo Courfeyrac, una broma de colegiales, abre ahora mismo- insistió girando el pomo de la puerta en vano demasiado alterado

-No hasta que se reconcilien y se dignen a ser amigos o al menos limen sus asperezas- burló el abogado del otro lado y por respuesta se llevó un golpe a la puerta- haz toda la pataleta que quieras, querido, pero la llave la tengo yo- celebró triunfante viendo la brillante llave

Por unos minutos más, la prosa de riñas siguieron, pero él no respondió más, se guardó la llave y volvió a la sala dónde Jehan ahogaba la risa con ambas manos a la vez que no superaba la sorpresa de aquello

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