Random [Actualizaciones Espóradicas]

Vida Compartida [Les Mis]

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Uff la de tiempo q tengo esto escrito, de años incluso, pero bueno ya que nunca fue el fic corto que iba a ser, pues q sea este eterno cap del pasado

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Tras una grata velada con sus amigos, aquella noche Courfeyrac terminó con Grantaire en su piso y tal vez por exceso de alcohol, le había enseñado las fotografías que tenía a la mano, porque por primera vez, R notó las fotos que siempre estaba en la mesa central. En una, salía Courfeyrac con sus padres y hermanos y en la otra, con Enjolras y Combeferre y a esas dos le siguieron más que Grantaire vio sin oposición y aunque no le sorprendió, sí le intrigó el agrado y fascinación que mostró el pintor ante las fotografías de ellos de pequeños

-¿Desde cuándo se conocen?- le preguntó al ver la primera fotografía en que apareció Enjolras, y Courfeyrac solo pudo subir los hombros- Contrastan bien los colores- logró articular acariciando el borde de la fotografía con toda la vida fija en él

-Si bueno cuando los modelos son tan dignos de ver, la fotografía solo realza- bromeó y supo que hablaba para sí mismo, así que subió los hombros con esa sonrisa divertida que le caracterizaba y comentó de nuevo- claro que la existencia de estas fotos, es algo que Enjolras desconoce- susurró buscando una cerveza porque, al parecer, toda la madrugada bebiendo no era suficiente, así que volvieron a beber hasta que Grantaire se sumió en el sueño profundo

Por unos instantes, Courfeyrac se quedó viendo el techo, después vio la foto que le quedó a Grantaire y sonrió a ese recuerdo con un Combeferre de ultimo año a su diestra y Enjolras a su izquierda, como para empezar a rememorar sus recuerdos después de fijar la vista en el pintor

Algún fetiche tendría el artista con los uniformes de colegio supuso, pero la verdad es que no era el uniforme, era la sonrisa espontanea lo que le removió las entrañas al pintor, porque él jamás había visto esa expresión en el estricto líder de rojo y viendo dormir al enamorado de su amigo, Courfeyrac se estiró en el sillón recordándo la amistad que tenía con el amor platónico de Grantaire

El primer recuerdo que tenía de Enjolras era en casa, los Courfeyrac acababan de llegar de Inglaterra y tras pasar días con su abuela en Lyon, llegaron a una casa que según tenía entendido también era de ellos y su madre emocionada dijo a su padre que llamaría alguien para volver a verles y horas más tarde, llegó la mujer más hermosa que hubiese llegado a ver. De brillantes ojos turquís y sonrisa cálida, junto a un hombre de aspecto sereno y cabello rubio casi dorado sobre el que su madre se abalanzó nada más verle y en medio de ellos, un niño como de su edad de cabello rubio como el de su padre y ojos turquí como los de la madre, ¡era otro niño! No podía creerlo, ¡tendría con quien jugar!

Emocionado, Courfeyrac dio salticos en su sitio mientras los adultos se saludaban y él solo podía pensar que tendría con quien jugar, porque los empleados de la casona permanecían ocupados, su abuela tenía por juego estrujarle las mejillas, sus hermanos no jugaban con él y sus padres trabajaban, así que la casa era demasiado grande para él, pero ya no sería así.

Dio un chillido eufórico en cuanto el otro niño le extendió la mano para presentarse y Courfeyrac solo atinó a írsele encima de emoción, tal como había hecho su madre con su amigo, logrando así, que Enjolras apretará puños y cerrara los ojos antes de quedar tendido en el suelo e irónicamente, fue su madre quien le llamó la atención por la efusividad, pero él se quedó abrazado del desconocido con tal emoción que las madres presentes solo se fundieron de ternura, los hombres negaron con la cabeza, pero se abstuvieron de protestar por la felicidad de hijos y esposas

-Philip, él, es Bastián Alexandre, ¿recuerdas?- le dijo su madre poniéndose de cuclillas tras él cuando por fin le soltó y quedaron sentados el uno frente al otro- querido, él es Philip- le dijo al otro niño que ahora estaba aferrado a la mano de su madre y mirada alarmada fija en Courfeyrac