Capítulo 12

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El lunes había llegado, y con el nuevamente las clases. A pesar de estar en plena guerra, el peli naranja tenía que asistir, algo estúpido, pero necesario.

Tenía responsabilidades como cualquier otro, ya que en verdad en ese momento no era diferente a cualquier persona normal, con la pequeña, minúscula diferencia de que él tenía a un guerrero del pasado invocado para pelear a su lado en dicha guerra y ganar el Grial.

Ichigo Kurosaki estaba solo en su cuarto preparándose para el primero de seis días escolares que cubría la semana. Una vez terminó de colocarse su uniforme se dirigió a la sala para llegar a la cocina para colocar dos rebanadas de pan en el tostador y desayunar con ello.

Mientras esperaba, sintió como una alguien se paraba justo trás de él. Suspiró un poco, sabiendo quién era y seguramente lo que quería. "Déjame adivinar, Saber. ¿Quieres un poco?" preguntó sin voltearse.

"Un poco" contestó esta. Caminó un poco hasta colocarse a lado de su Master, viendo con interés como las rebanadas de pan tomaban un tono dorado por la mantequilla derretida que le había puesto su Master.

Ichigo rió irónicamente en su mente, ese 'Un poco' no había sonado demasiado convincente a su parecer. "Siéntate en la mesa y espera, te daré algo de esto" le dijo, esta no contestó e hizo caso. Se plantó en la mesa a esperar tranquilamente su alimento. Ichigo con lo poco que llevaba con esta, ya sabía que era una glotona, y una muy exigente a decir verdad.

Pero esas exigencias era un tanto... ¿Extrañas? si, podía ser esa la palabra. Todavía recordaba como el día de ayer dejaba claro su total disgusto con la comida hecha por Sakura con esas hirientes palabras que no tardó en reprender. Ante su insistencia, la caballero se tuvo que disculpar, a medias, lo hizo de mala gana y dejó en claro que no volvería a tocar esa comida.

Antes de que todo se fuera a mal interpretar, bueno, aún más, Ichigo tuvo que explicar que Saber tenía un gusto por la comida diferente a los demás, llegando a esa conclusión el domingo por la mañana cuando comieron en la calle. No le gustaba lo refinado, era rústica, prefería cualquier comida chatarra antes de una comida preparada en casa. Lo mismo aplicaba con las bebidas.

Sin embargo, esto no evitó que Taiga casi se le echara al cuello apenas esas hirientes palabras salieron en dirección a Sakura. La última se alivio al escuchar la explicación de Ichigo con respecto a los gustos de Saber y lo dejó pasar rápidamente, por lo que al ver como Sakura se tranquizaba, Taiga también tuvo que hacerlo, para evitar seguir colocando el dedo en la llaga con ese tema.

Lo más ridículo es que luego de eso le pidió que le diera una hamburguesa, como si él fuera una especie de Mac Donald ambulante, cosa que le sacó una vena en la frente por la molestia. Por suerte tenía guardado algo como eso en el refrigerador, solo había que calentarla; luego de hacerlo, no había quedado del todo bien, pero aún así la Servant comenzó a comer gustosamente de aquello.

En ese día anterior, la noche llegó sin más complicaciones y tanto Taiga como Sakura se retiraron de la casa. Taiga diciéndoles que los estaría vigilando, y que mucho cuidado con hacer algo raro.

Advertencias estúpidas por supuesto, tenía el suficiente autocontrol, o bueno, creía tenerlo, por lo que no estaba para nada preocupado.

Evitablemente, llegó la hora de dormir, y Saber se había quedado en su habitación con la intención de vigilarlo de cerca por si pasaba algo.

Por supuesto que era evitable, ya que habían habitaciones libres en toda la casa, e incluso una a lado de la suya si quería estar lo más cerca posible sin tener que estar en su habitación.

Pero Saber era obstinada, por lo que no escuchó nada de lo que salía de su boca. Aunque era cierto que la noche anterior había sido donde se enteró de toda esa locura por el Santo Grial, ella también había insistido en quedarse en la misma habitación que él, con el punto de que hace poco habían estado unos cuantos Servant's a los alrededores de la casa y no sabía si alguno se había quedado para atacar, cosa que no pudo negar, ya que Saber tenía razón. La noche anterior lo entendió y lo aceptó a duras penas, ¿Pero ahora? ¿En serio? que le dé un respiro...

Fate: Más allá del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora