Capítulo 6

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- Hace un año -

El tiempo transcurrió volando para el peli naranja en aquella nueva ciudad, nueva casa, nueva preparatoria y nuevos amigos. Por lo tanto, nueva vida. Pasó tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos ya había pasado un año entero.

Entre esos nuevos amigos, tal y como había dicho Sakura, ella fué la primer amiga que tuvo apenas llegar al Instituto.

Matou Sakura, de cierto modo le recordaba a Inoue por su actitud, aunque por muy tímida que lo parezca, es una cabeza dura muy impertinente en ocasiones; se preocupaba demasiado y era también muy servicial, siempre atenta y con una sonrisa amable plasmada en él rostro. En resumidas cuentas, una buena chica. Aunque según Taiga, él había llegado en el momento oportuno en su vida, ya al parecer estaba atravesando un momento difícil de su vida que intentaba superar, siendo Taiga ese único apoyo, pero siendo una profesora, no podía estar siempre para ella.

Además, según le dijo, la misma Taiga había sido quién la motivó a hablarle en aquel día dónde piso por primera vez la Preparatoria. Él era...

Su único amigo.

No podía evitar pensar que aquello era algo triste y solitario, el ponerse en sus zapatos por un momento, y mirar hacia atrás, solo para no encontrar a nadie apoyándola, debía ser muy duro; no podía decir que sabía lo que sentía, por no era así, sería mentir, solo podía seguir siendo ese apoyo para ella y estar ahí, siempre cerca.

Se habían hecho cercanos. Incluso si no lo llegaba a decir abiertamente, podía decir que estaba orgulloso de ser amigo de tan persona como ella y ser de ayuda en algo sin necesidad de sus poderes.

Pasando a otro punto.

Taiga. No tenía mucho que decir de ella, en menos de un día ya se había dado cuenta como era, a los pocos días de iniciar las clases, tal y como había dicho, sacó sus cosas y las trasladó a su nuevo hogar, él se encargó de ayudarla con ello.

Tan solo unos días después de llegar, supo que como en todo Instituto, que tenía que incorporarse a un club. Taiga y Sakura intentaron que su uniera al club de tiro, incluso otra chica que había conocido durante ese año, llamada Ayako Mitsuzuri, era la líder de aquel club, intentó convencerlo.

No lo lograron, Ichigo dijo que los arcos no eran lo suyo, le gustaría aceptar pero no creyó que fuese del todo honesto unirse si no le atraía el deporte.

También dió con que había un club de esgrima con espadas; supo que ahí podía lucirse y ser alguien sobresaliente por su pasado como Shinigami. Por eso mismo, fué que la descartó también; el manejar una espada le estaría recordando su pasado cada vez hiciera aquella actividad; cosa que no le gustaba del todo.

Por lo que decidió volver a sus orígenes. Cuando era pequeño, prácticaba artes marciales, club que también estaba disponible y pensó en unirse sin dudar; aparte de que era diestro en el deporte, tenía la experiencia de romperle el osico a los perros callejeros de los busca pleitos en Karakura. Mitsuzuri al enterarse de que quería unirse al Club de Artes Marciales se emocionó al instante, casi tanto o más como cuando sonó para unirse al Club de tiro.

Fate: Más allá del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora