Capítulo 19

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Fué a una verdadera suerte.

Por supuesto, lo decía irónicamente, ya que definitivamente no era nada bueno que su familia le visitase; no porque no quiera verlos, ya que en verdad sí quería desde hace mucho.

Aunque también sí que podía afirmar que tenía suerte de algún modo, la suerte a la que se refería radicaba en que al parecer las cosas con Saber solo iban a mejor, e incluso ahora le llamaba por su nombre, cosa que no hacía antes. Era como si las barreras invisibles que existían entre ambos hubieran desaparecido; se sentía bien, y ahora, resultaba ser algo ventajoso con lo que estaba por venir.

La visita de su familia, como había pensado antes, no era algo que le disgustase, el problema, era en el contexto en que llegaban a la ciudad.

Ichigo Kurosaki sabía que estaba en plena Guerra del Santo Grial, y algo malo podría pasar con su familia cerca. No debía ir muy lejos en el tiempo, la noche anterior apareció un sujeto muy peligroso en su casa, que seguramente de haber querido hacerlo, los habría terminado matando a él y a Saber esa noche.

Y de ahí, se puede saltar a otro punto también muy relevante...

Él no estaba realmente solo. Taiga llegaba a esa casa al igual que Sakura, pero no eran realmente una preocupación el que su padre y hermanas las conocieran; bueno, a Taiga sí, pero la quién verdaderamente le preocupaba era...

"Saber, ya sabes lo que hablamos. Por favor no lo cortes en pedazos y no muestres una pizca de tu poder, porque sí no, nos vamos a meter en un lío gigantesco" explicó Ichigo a su Servant mientras estaban sentados uno frente al otro en la mesa de la sala.

Este se aseguró antes de dormir en decirle una y otra vez a esta que por favor se controlara, teniendo muy claro que clase de persona era su padre; bromista, inquieto, fastidioso, parecía ser un niño de 14 años atrapado en el cuerpo de un viejo.

"Qué insistente. Sé lo que hablamos, trataré de manejarme lo mejor que pueda llegado el momento" Saber Alter contestó con tranquilidad mientras tomaba uno de los panes tostados ubicados en la mesa, cortesía de Ichigo, y se lo llevaba a la boca disfrutando de cada bocado.

"La verdad es que no suenas muy convincente" suspiró Ichigo recostandose en la mesa mientras la observaba comer. No tenía mucha hambre, sabiendo que en cualquier momento podrían tocar a la puerta y comenzar el caos.

Saber Alter termino su pan para luego tomar la palabra en respuesta a lo dicho por su Master. "Juro que no pasará nada, Ichigo. Puedes confiar en mí, como compañeros que somos" dijo con seguridad mirando directamente a los ojos de este, al cual se le formó una leve sonrisa esperanzadora.

"Tienes razón, confiaré en tí. Ahora, aún con ese pensamiento, mi papá es bueno para tocar la fibra de las personas, al menos la mía en particular, y por lo que te conozco, no creo que tú seas mucho más tolerante de que yo; si el viejo se pone necio, entonces solo límitate a ignorarlo" advirtió por última vez el Kurosaki. Saber Alter asintió levemente en respuesta, pero, ahora ella sería lo que hablara.

"Ahora, yo también tengo una petición que hacerte, no creo que suponga un gran problema" comenzó ella, dejando los bocadillos a un lado, cosa que a Ichigo le extrañó, al parecer era importante. Este asintió levemente para hacerse saber que la escuchaba, por lo que ella se preparó para proseguir.

"Soy Artoria para tí de ahora en adelante. Yo uso tu nombre, no habrá problema con que uses el mío" dijo la caballero adoptando una expresión más suave en su normalmente frío rostro.

Ichigo debía decir que estaba algo sorprendido, y también dudoso sobre ello. "... ¿estás segura? digo, no tengo problemas con eso, pero... ya sabes..."

Fate: Más allá del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora