getaway | mimin

tres

en un abrir y cerrar de ojos, la coreana saca un pañuelo de su bolsillo trasero empapado de un líquido desconocido y se lo pone en la nariz de la tailandesa hasta que esta queda inconsciente.
se agacha lentamente mientras toma entre sus manos la delicada cara de quien seguía creyendo que era el amor de su vida. dió unas suaves caricias en su suave piel mientras la miraba con adoración.

miyeon estaba obsesionada.

suspiró profundamente y se le ocurrió una idea. agarró de los hombros a la menor levantándola levemente hasta lograr posicionarla en su espalda. cargándola, decidió bajar al sótano donde habían unos muebles viejos y si bien no era un lugar bastante visible no le pareció tan oscuro teniendo en cuenta que minnie tenía un leve pánico hacia los lugares oscuros. no tenía otra opción aparte de dejarla en el sótano, porque conociendo a su amada esta no dudaría en pedir ayuda e inclusive delatarla. pero esto lo estaba haciendo por ella. por ambas.

"lo siento querida, si solo no hubieras llegado en ese momento las cosas no habrían terminado así" murmuró suavemente dejando el inmóvil cuerpo—ahora atado—de la pelinegra en el sofá que habían conservado años atrás desde que estudiaban en la universidad. la miró con una triste sonrisa y besó su frente para luego marcharse del sótano, tenia muchas cosas de las cuales encargarse ahora.

unas horas después, minnie despertó abrumada mientras trataba de gritar, pero todo fue en vano al darse cuenta que se encontraba amordazada y atada a aquel sofá donde solían disfrutar sus tardes viendo series. se rindió y simplemente recargó su cabeza suspirando, aún no podía procesar todo lo que estaba pasando en ese momento.

tenía que ser una pesadilla.

sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de la puerta de madera abriéndose, revelando a una sonriente miyeon.

sin embargo, había algo diferente en su sonrisa. miyeon se caracterizaba por tener una hermosa sonrisa que alcanzaba sus ojos, pero en ese momento no parecía estar contenta.

no tiene por qué estarlo.

la mayor se sentó en un pequeño banco que se encontraba en frente del sofá, sin despegar su mirada de minnie.

"¿dormiste bien?" se atrevió a preguntar miyeon como si no fuese algo descarado.

lo peor es que minnie no podía responder algo más que sonidos gluturales. miyeon era astuta, pero no inteligente.

cruzando sus piernas, dió un suspiro y levantó la mirada hasta alcanzar los felinos ojos de la pelinegra, los cuales reflejaban confusión, decepción y enojo. se lo merecía después de todo.

pero luego sería toda suya. y eso era lo único que le importaba.

"mereces una explicación" soltó mientras la tailandesa la miraba incrédula como si eso no fuese algo obvio.

"¿crees que no soy consciente de que terminamos hace tiempo? ¿de que te habías enamorado de otra?" empezó firmemente mientras le daba una mirada punzante a la chica que tenía en frente. se sentía fuera de sí, pero esa era la verdad.

se levantó ágilmente para empezar a dar vueltas alrededor de minnie, con pasos lentos y elegantes, prosiguió.

"nicha, no soy tonta. me di cuenta desde el primer momento en el que perdiste el interés en mí. dime ¿no soy suficiente? ¿que tuvo lalisa que yo no?"

esto último lo había dicho en un tono más alto, logrando estremecer a la menor, hasta que al comprender completamente las palabras de la contraria le cayeron como un vaso de agua en la cara.

¿tuvo?

volteó su cuello como pudo para ver a miyeon quien se encontraba tras ella recargada en el espaldar del sofá. la miró desesperada mientras negaba frenéticamente, cosa que hizo sonreír agriamente a miyeon.

"si, tuvo. ya no está"