Luego de que su turno terminara, YoonGi llegó a su casa exhausto, tomando una merecida ducha. Había recibido un mensaje de texto de JiMin para avisarle que estuviese listo en quince minutos, puesto que irían a conseguir los trajes y el regalo de bodas.
Cerró la puerta de su casa con llave y se aproximó al auto de JiMin cuando este llegó.
—Hola, bebé —saludó JiMin con una sonrisa juguetona. YoonGi rodó los ojos y tomó asiento a su lado, colocándose el cinturón de seguridad—. ¿No hay un beso de bienvenida?
—No te lo mereces —responde, mirando receloso el auto.
JiMin se quedó con un signo de pregunta en su rostro. Eso realmente había sido un cambio radical.
—¿Puedo saber ahora qué hice?
YoonGi no respondió. Él debía saber lo que había hecho, más cuando le había dedicado esa carita de cachorrito triste cuando salió con SeulGi.
¡Puro teatro!
—¿Podemos irnos? No quiero pasar toda la noche de compras y llegar muy tarde a casa.
JiMin le dedicó una última mirada no muy convencido, pero obedeció. Se puso en marcha y para relajar un poco el ambiente encendió la radio. Por otro lado, YoonGi iba apoyado en el cristal de la ventana, mirando las casas y los edificios pasar.
—YoonGi, en serio... ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás enojado? —JiMin lo mira brevemente para luego enfocar su vista en la carretera.
Este solo guarda silencio y mira alrededor del auto. Buscaba implícitamente una señal que le indicara que SeulGi había estado sentada donde él lo estaba ahora. Claro que no la necesitaba porque era más que obvio que ambos se habían ido juntos. Pero su mente desconfiada pensó una y un mil escenas de lo que pudo pasar en ese auto.
Su lado inseguro le decía que podía encontrarse con ropa interior por debajo del asiento, lápiz labial en la camisa de JiMin, o algún chupetón en su cuello. Quizá sólo estaba siendo paranoico, y ya estaba invéntadose toda una novela en su mente, pero no podía evitar sentirse tan celoso. Otra parte de él le decía que JiMin no lo traicionaría de esa manera, que debía confiar ciegamente y no preocuparse por nada.
—¿Qué buscas?
YoonGi frunce el ceño y esta vez sin controlarse comienza a rebuscar por debajo del asiento y los controles del auto, debajo del radio, y los portavasos. Nada. Ni un solo cabello negro de SeulGi.
—Sé que estuvo aquí —comenta.
—¿De qué hablas?
—¡No te hagas, sabes que hablo de SeulGi! —exclamó molesto.
Oh... Así que era eso.
JiMin lo imaginaba, YoonGi necesitaba una respuesta de lo que había pasado, y él por supuesto que se la daría. No quería que pensara que había terminado en un motel junto a SeulGi, como muy seguramente estaba pensando.
—YoonGi, yo... —comenzó, pero YoonGi no lo dejó hablar, rápidamente se acercó a él y jaló del cuello de su camisa, descubriéndolo. Sus oscuros y molestos ojos pasaron detenidamente por su blanquecina piel, buscando algún rastro de lo que él llamaría traición.
Nada. No había marca de labial en su cuello, ni chupetones. Nada de lo que la mente de YoonGi le decía que hiciera para descubrirlo estaba resultando. Justo cuando se iba a excusar por su actitud tan extraña, JiMin se le adelantó.
—¿Estás desconfiando de mí? —pregunta suavemente, captando qué quizá YoonGi no se había quedado tranquilo del todo después de verlo salir con SeulGi—. Sé que lo haces, pero te juro que no tienes razón para hacerlo... No pasó nada de lo que estás imaginando. Por favor, quédate tranquilo.
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who are you in the dark? ✦ jimsu
Fanfiction-Eso es, gime mi nombre en esta preciosa boquita, no sabes cuánto me excita. adaptación jimsu. romance, drama & smut. ©-CherryHoney-