capítulo 32

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El contenido de esa carta había marcado un antes y un después en la vida de YoonGi. Ya habían pasado varios meses desde entonces y muchas cosas en su vida cambiaron, cosas que pensó que perdurarían para siempre, cosas que no tuvieron que cambiar pero que aún así, fue lo mejor. Cosas que le dolieron, y que aprendió a soltar.

Quizá era parte del ser humano recordar viejos, buenos e incluso malos momentos en su vida, pero no tenía tiempo para lamentarse, apreciaba el pasado más de lo que debería. Gracias a muchos errores que se llevó pudo aprender grandes lecciones de vida que quedaron como cicatrices.

—¡YoonGi! —llamaron a la puerta de su habitación.

—¡Un momento, papá! Ya casi termino de empacar. Es mi última maleta... —respondió desde adentro.

Todos sus viejos posters, sus discos de música, sus dibujos viejos. Todo lo que marcaba su vida de universitario fue empacado en cajas de cartón, muchas cajas que había olvidado llevar a su departamento cuando se fue de la casa de sus padres esta vez se irían con él, otras se quedarían guardadas en el viejo baúl de recuerdos en el ático. Pronto partiría a su nueva vida lejos de todo el mundo, de sus amigos, de su familia.

YoonGi soltó un suspiro cuando terminó de poner la última caja encima de las que estaban catalogadas como "ático", lo demás estaba listo para subir al camión de mudanzas.

Justo cuando salió de lo que había sido su cuarto por gran parte de su adolescencia y de su vida, se encontró el rostro lloroso de su madre. Se veía destrozada pero también llena de nostalgia.

—Mi bello Gigi... mi hermoso bebé —susurró, atrayéndolo hacia ella en un abrazo que hizo a YoonGi reconsiderar su decisión. Pero no podía dar un paso atrás, ya no—. Sabes que esta casa siempre será tu hogar, mientras nosotros existamos siempre tendrás un lugar donde serás recibido con los brazos abiertos —comentó con dulzura, acariciando su cabello azabache.

—Mamá... no digas eso que voy a llorar —sus ojos se pusieron ligeramente aguados por lágrimas— ustedes siempre vivirán en mi corazón, nunca lo duden.

Su padre que estaba a su lado escuchando todo simplemente se acercó en silencio y abrazó a su familia en un cálido abrazo de protección. Mentiría si dijera que no estaba destrozado al ver como su único hijo alzaba vuelo y rehacía su vida. Creía estar preparado para ese momento, pero viviéndolo en carne propia era una sensación completamente distinta.

—Mi YoonGi... —comenzó su padre con una sonrisa nostálgica—, ¿Recuerdas cuando te dije que te amaría hasta el fondo del mar? —este asintió—, bueno, esa medida definitivamente no se acerca a lo mucho que tus padres te amarán por el resto de nuestras vidas. Sea donde sea que vayas, recuerda que siempre estaremos aquí para ti.

YoonGi asintió con lágrimas en los ojos y se soltó del abrazo de su madre para abrazar a su papá, quien correspondió casi inmediatamente.

—Creciste demasiado rápido que ni siquiera nos dimos cuenta —comentó con nostalgia—, prométenos que nos visitarás.

—Lo haré —asintió, sonriendo—. Debo irme ya porque sino no alcanzaré la conferencia y ya sabemos quién es muy demandante —ríe—. Los camiones de mudanza se irán primero que nosotros, pero ellos se encargarán de recoger todo desde mi habitación así que por favor no se preocupen por el peso de las cajas.

—¿Cuando te irás a Seúl? —pregunta su madre con un rostro lloroso, su esposo entonces se puso a su lado y la abrazó por la cintura, sosteniéndola cerca de él.

who are you in the dark? ✦ jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora