Antes de leer: Actualicé el final del capítulo anterior así que si queréis entender el inicio de este... os hará falta leer el nuevo final. Dicho esto... Espero que os guste.
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Espero su respuesta mientras preparo las toallas y ropa para ducharme. Entro al baño y viendo que esta aún no ha llegado, conecto el altavoz y dejo que empiece a sonar ese tal Zetazen, miro la pantalla del móvil por última vez para mirar el título de la canción o me convenzo para pensar que realmente estoy haciendo eso antes de por fin entrar a ducharme.
"Nunca forcé el encaje, nada prometí."
"Ahora me va bonito solo"
Escucho de fondo la música mientras el agua empieza a correr y caer por encima mío, sigo la canción con la cabeza y me encuentro cantando el estribillo la segunda vez que lo repite, me doy cuenta que el artista es bastante bueno y sus letras son puro dolor.
Termino de ducharme y me entra una llamada nada más enrollarme la toalla en el cuerpo, contesto sin pararme a mirar ni medio segundo quien es, sabiendo la respuesta de eso.
- Princeso, ni vestirme me dejas sin interrumpir ya...
- ¿Con que jugando a los motes con otro hombre ee?, pensaba que eso era cosa nuestra pequeño caos.
La voz de Alex me sorprende y casi hace que me caiga de culo en el suelo del baño.
- Idiota. - Digo ya que es lo único que se me ocurre para tapar el silencio que he provocado.
- El mismo. - Escucho como suelta una pequeña risa y carraspea la voz antes de hablar. - Te doy 5 minutos para que me pases la ubicación de tu casa y ya de paso te vistas, llevo la cena.
Y dicho eso me cuelga dejándome con la boca abierta antes de articular palabra.
Una sonrisa aparece en mi rostro y no me esfuerzo por ocultarla mientras rápidamente le paso la ubicación y me pongo lo primero que cojo del armario para no recibirle con un pijama de gatitos, al final opto por un pantalón de chándal corto y la camiseta más ancha de todo mi armario.
- ¡Papá! - Digo mientras termino de subirme los pantalones y vuelvo a meterme en el baño para arreglar mi pelo.
- ¡Dime cariño! - Grita desde lo que parece que es la cocina.
- ¿Tienes pensado hacer algo esta noche? - Pregunto lo más disimulado que puedo que no quiero que esté en casa, no es plan de presentar a Alex a mi padre cuando no debería ni de venir a mi casa.
- He quedado con unos amigos, - Nada más decir eso un claxon suena desde el patio y se que ya han venido a recogerle. - Nos vemos mañana mi amor, descansa.
- Disfruta.
Bajo al piso de abajo acabando de acomodarme el pelo mojado, me siento en el sofá con Hera en el regazo y le acaricio la cabeza mientras espero.
- No se que narices voy a hacer con este chico mi niña.
"Ding dong"
Miro a Hera que rápidamente me devuelve la mirada como si me entendiera y se levanta para dejar que me levante.
- Deseame suerte.
Me acerco a la puerta y cuando abro me encuentro a un Alex apoyado en el marco de mi puerta con una bolsita de papel cartón en la mano.
Va vestido de chándal gris con una sudadera del mismo color que el pantalón, sencillo y despreocupado al igual que su pelo que está todo revuelto como si acabara de pasarse la mano por encima en un intento de organizarlo un poco, mentiría si dijera que no le queda bien o si no se ve tremendamente atractivo así.
Cuando nuestros ojos se encuentran me fijo que hay un brillo en los suyos, parecen deseo pero puesto como voy vestida concluyo que es simplemente que le produce gracia mi atuendo.
- Al final si ha sido fácil conseguirla. - Su sonrisa arrogante no tarda en aparecer junto a un guiño que hace que todo mi sistema nervioso se active. - Me esperaba algo más complicado Jane.
Me entran ganas de pegarle un portazo en la cara al muy imbécil pero no lo hago, solo lo miro mientras se ríe de mí con esa estúpida risa perfecta que empieza a cansarme.
- ¿Puedo pasar o tu comes dentro y yo en el patio?
Levanta la mano para enseñarme la bolsa que lleva en la mano moviéndola un poco para hacer constancia de ella.
- La idea no me desagrada, ¿sabes?
Hago un gesto apartándome de la puerta e invitándole a pasar, le digo que se acomode en el sofá mientras voy a por unos platos y vasos, (y a recoger el aire que me falta).
Cuando vuelvo la imagen que me encuentro es demasiado sexy y tierna a la vez para mis hormonas adolescentes.
Hera está entre las piernas de Alex mientras él le soba la cabeza y la llena de besos, se a quitado la sudadera y la camiseta que lleva puesta no deja demasiado a la imaginación, sus brazos se tensan y destensan cada vez que acaricia a mi perra y yo no puedo apartar la vista hasta que noto que está hablando y yo no me he enterado de nada.
- ¿Qué? - Digo en voz floja y un poco entrecortada provocando que suelte una pequeña risa y aparte a Hera a un lado levantándose y acercándose a mi.
- Digo... que si te gustan las hamburguesas. - Coge los platos de mis manos provocando que nuestros dedos se rocen y ambos nos tensemos involuntariamente. - Porque sino, creo que la he liado con el menú.
- A todo el mundo le gustan las hamburguesas.
- Eso pensaba.
Se vuelve a sentar en el sofá mientras coloca todo en la mesita de delante.
- Solo te he pasado la ubicación por la cena, no creas que es nada más que eso, Alex.
Noto que se ruboriza pero es tan rápido que hasta siento habérmelo imaginado.
- Puedes intentar convencerte de eso. - Noto como su tono se vuelve un poco más juguetón.
Me siento a su lado y me acerco a su rostro poco a poco, él no se acerca pero tampoco se aparta, cuando estamos lo suficientemente cerca pero con una distancia sensata le susurro:
- No tengo que convencerme de nada, idiota.
Y dicho eso me bajo del sofá y me siento en el suelo cogiendo mi hamburguesa y el mando de la televisión para poner algo.
- ¿Te apetece ver algo en concreto?
Me giro para mirarle a la cara y recibir respuesta, pero al hacerlo, lo tengo tan pegado a mi que me sorprende no haberle dado un golpe al girarme.
- A esto sabemos jugar los dos, pequeño caos. - Su tono es el mismo que el que yo he puesto hace dos segundos pero él está veinte mil veces más sexy que yo. - Y créeme, no querrás jugar conmigo.
Dicho eso me imita sentándose en el suelo, me quita el mando de las manos y pone una película de Netflix que no reconozco.
- ¿De que va?
- Ya lo verás. - Muerde su hamburguesa y mira hacia delante.
- Idiota.
- Preciosa.
- ¿Perdón?
- Sorda.
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esta no es mi historia
RomanceEl curso está a punto de terminar y con este el último año de instituto de Jane. El último mes será duro para ella, tendrá que enfrentarse a batallas del pasado mientras lucha con las que están ocurriendo justo delante de sus ojos. ¿Conseguirá Jane...